El desperdició se da debido a fugas en las redes de distribución de los acueductos
Más de la mitad del agua bombeada en Cuba no llega a su destino debido a roturas en las redes de distribución, por lo que la isla gasta el doble del líquido necesario, informó el diario oficial Granma.
Según el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), hasta octubre de 2009 fueron arreglados 188.015 "salideros" en las redes públicas y la mayoría de las fugas son consecuencia de que los acueductos tienen entre 50 y 100 años (son anteriores a la revolución que encabezó Fidel Castro en 1959). Es decir desde que el gobierno dictatorial de los hermanos Castro, llego al poder nunca ha invertido en la infraestructura de agua potable
El ingeniero Javier Toledo, funcionario del INRH, dijo que durante muchos años se ha tratado de eliminar las fugas "de manera puntual", una acción que solo "desplaza" el problema, por lo que la solución está en rehabilitar completamente las vetustas y ya podridas redes.
Granma indica que el Gobierno que preside el general Raúl Castro ha elaborado un plan "para dar solución definitiva a este problema de manera estratégica", que se basa en "la rehabilitación de las redes de acueducto" en los próximos 10 ó 15 años, pero sin indicar cuando podrían comenzar las obras y como se podrían financiar, dada la aguda crisis transversal que aqueja a la ya empobrecida economía marxista en la isla caribeña
Las ciudades con mayores daños son La Habana, Holguín, Camagüey, Las Tunas y Santiago de Cuba, donde el general Castro ha insistido en que este año deben quedar resueltos todos los problemas hidráulicos.
Santiago tiene la peor situación, pues hay zonas que dejan de recibir agua potable durante varios días.
En La Habana el plan prevé rehabilitar unos 2.500 kilómetros de las tuberías en 5 años, aunque hay municipios "críticos" en la parte más antigua de la ciudad que tienen "redes soterradas y sitios con valor arquitectónico" que demorarán el ritmo de las obras.
Para 2010 el plan gubernamental prevé reparar unos 900 kilómetros de redes con tuberías nuevas.
"Los salideros más escandalosos están en las calles, porque son visibles y corren por el pavimento. Sin embargo, los de los interiores de viviendas y entidades laborales se van por los alcantarillados y pasan inadvertidos", explica Granma.
El rotativo informa que la empresa estatal Aguas de La Habana, asociada a Aguas de Barcelona (España), es la "segunda mayor consumidora de energía" en la provincia, pues tiene que extraer casi el doble del agua necesaria para dar el servicio a la capital.
Especialistas citados por el diario afirman que las tarifas del agua son "simbólicas y están subsidiadas por el Estado", lo cual no anima a la población a resolver sus fugas domiciliarias.
Los cubanos pagan como promedio al mes por el agua potable un peso cubano por usuario, equivalente a 0,07 dólares.
En diciembre pasado el vicepresidente Ramiro Valdés advirtió ante la Asamblea Nacional que "botar agua" cuesta cada año 500 millones de dólares por la energía eléctrica utilizada para bombear.
En Cuba, donde más del 95% de la población recibe agua potable, un 74% tiene conexión en sus domicilios, un 5% la recibe de pilas públicas y pozos, y el resto por servicio de camiones.
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