Acompañado por varios de sus ministros, el mandatario galo acude a Brasilia en calidad de invitado de honor en las ceremonias convocadas con motivo de la fiesta nacional brasileña.Sin embargo, el objetivo prioritario de su visita, de tan solo 24 horas, es la venta del avión de combate fabricado por el constructor francés Dassault Aviation, según informa hoy el diario vespertino "Le Monde".
Dassault aspira a conseguir el contrato para la venta de 36 aviones de combate con los que Brasil renovará su flota aérea militar, junto con el F-18 Super Hornet del estadounidense Boeing, y el Gripen del sueco Saad.
Francia parte como favorita en la licitación porque, según el periódico, además de la calidad de su oferta, los franceses están dispuestos a transferir tecnología a su eventual cliente, algo que Brasil puso como condición.
El presidente brasileño, Luiz Inázio Lula da Silva, ha dejado entrever que tiene un favorito, en una entrevista al canal internacional TV5 Monde que será difundida mañana y en la que, según adelanta el periódico francés, afirma que "el país que mejor responda a nuestras condiciones, tendrá las mejores oportunidades" y "saben bien de qué país quiero hablar".
La de mañana será la segunda visita a Brasil del presidente francés en menos de un año, tras la que hizo el pasado diciembre y en la que Francia y Brasil sellaron una amplia "asociación estratégica" con un importante componente de defensa.
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