Brasil iniciará la construcción de su primer submarino nuclear en 2016 para terminarlo en 2021, el cual será una adaptación del convencional 'Scorpene' adquirido a Francia con un millonario paquete a ser sellado en septiembre con la visita del presidente Nicolas Sarkozy, anunció el ministro brasileño de Defensa, Nelson Jobim, en una comparencia en el Senado.
"Brasil ya posee la capacidad de construir un reactor nuclear y del ciclo completo de enriquecimiento de uranio" para fabricar el combustible nuclear, aseguró Jobim. Lo que Brasil precisaba era la tecnología para fabricar un submarino moderno al cual adaptar su estructura nuclear, que será aportada por Francia, señaló.
Con ello, Brasil espera sumarse al selecto grupo de naciones que cuentan con la capacidad de proyectar, construir y operar submarinos de propulsión nuclear, y que ahora son apenas Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, China y Rusia. El acuerdo con Francia por un valor total de 6.690 millones de euros contempla la compra de cinco submarinos 'Scorpene', de los cuales cuatro serán fabricados en un astillero a ser construido en Río de Janeiro y uno en Francia.
Jobim anunció que la operación del astillero y la construcción y mantenimiento de los submarinos serán entregadas a una sociedad binacional entre la constructora brasileña Odebrecht (50%), los astilleros franceses DCNS (49%) y el gobierno (1%), que tendrá una 'golden share' que le permitirá tener poder de decisión clave. El acuerdo con Francia se dio porque "fue la única que se dispuso a transferir la tecnología" para la construcción de los submarinos, justificó. El ministro especificó que "la negociación con los franceses" no incluye la fabricación del submarino nuclear, que será una adaptación brasileña a uno de esos submarinos convencionales.
Brasil ha venido anunciando una recomposición de su aparato militar y de su industria de defensa, coincidiendo con millonarias compras que hicieron otros países de la región, como Venezuela. La premisa, según Jobim, es que los países vendedores acepten la transferencia de tecnología para desarrollar la industria de defensa local.
En ese proyecto la Marina tendrá una atención extraordinaria, para defender 3,5 millones de km2 de mar, donde se encuentran las tres principales cuencas petroleras y donde el país ha descubierto millonarios nuevos yacimientos que podrían convertirlo en un gigante productor y exportador mundial.
A su vez, Jobim rebatió críticas aparecidas en la prensa brasileña sobre la decisión de no comprar submarinos a Alemania como había hecho anteriormente. De hecho, el acuerdo de 1983, para la construcción de cinco submarinos convencionales, "no supuso transferencia de tecnología". "Estamos hablando aquí en dotar a Brasil de un submarino que posea estrategia de movimiento y no solo de posición. Estamos hablando de bloqueo en alta mar y de dotar a nuestro país de capacidad disuasiva" ante potenciales amenazas, agregó. Destacó que el submarino de propulsión nuclear no poseerá armamento atómico, cuyo uso está vedado en la constitución brasileña.
El 'Scorpene' es un submarino de ataque convencional fabricado en los astilleros franceses DCNS, en cooperación con la empresa española Navantia. El paquete brasileño comenzará a construirse en 2011 y todos ellos deberán estar listos en 2021, incluido el nuclear, informó Jobim, al dar detalles por primera vez sobre el acuerdo y los plazos.
En la audiencia, Jobim anunció también una reestructuración de la cartera a su cargo, con la creación de un Estado Mayor de las Fuerzas Armadas y la creación de una secretaría de enseñanza.
"Brasil ya posee la capacidad de construir un reactor nuclear y del ciclo completo de enriquecimiento de uranio" para fabricar el combustible nuclear, aseguró Jobim. Lo que Brasil precisaba era la tecnología para fabricar un submarino moderno al cual adaptar su estructura nuclear, que será aportada por Francia, señaló.
Con ello, Brasil espera sumarse al selecto grupo de naciones que cuentan con la capacidad de proyectar, construir y operar submarinos de propulsión nuclear, y que ahora son apenas Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, China y Rusia. El acuerdo con Francia por un valor total de 6.690 millones de euros contempla la compra de cinco submarinos 'Scorpene', de los cuales cuatro serán fabricados en un astillero a ser construido en Río de Janeiro y uno en Francia.
Jobim anunció que la operación del astillero y la construcción y mantenimiento de los submarinos serán entregadas a una sociedad binacional entre la constructora brasileña Odebrecht (50%), los astilleros franceses DCNS (49%) y el gobierno (1%), que tendrá una 'golden share' que le permitirá tener poder de decisión clave. El acuerdo con Francia se dio porque "fue la única que se dispuso a transferir la tecnología" para la construcción de los submarinos, justificó. El ministro especificó que "la negociación con los franceses" no incluye la fabricación del submarino nuclear, que será una adaptación brasileña a uno de esos submarinos convencionales.
Brasil ha venido anunciando una recomposición de su aparato militar y de su industria de defensa, coincidiendo con millonarias compras que hicieron otros países de la región, como Venezuela. La premisa, según Jobim, es que los países vendedores acepten la transferencia de tecnología para desarrollar la industria de defensa local.
En ese proyecto la Marina tendrá una atención extraordinaria, para defender 3,5 millones de km2 de mar, donde se encuentran las tres principales cuencas petroleras y donde el país ha descubierto millonarios nuevos yacimientos que podrían convertirlo en un gigante productor y exportador mundial.
A su vez, Jobim rebatió críticas aparecidas en la prensa brasileña sobre la decisión de no comprar submarinos a Alemania como había hecho anteriormente. De hecho, el acuerdo de 1983, para la construcción de cinco submarinos convencionales, "no supuso transferencia de tecnología". "Estamos hablando aquí en dotar a Brasil de un submarino que posea estrategia de movimiento y no solo de posición. Estamos hablando de bloqueo en alta mar y de dotar a nuestro país de capacidad disuasiva" ante potenciales amenazas, agregó. Destacó que el submarino de propulsión nuclear no poseerá armamento atómico, cuyo uso está vedado en la constitución brasileña.
El 'Scorpene' es un submarino de ataque convencional fabricado en los astilleros franceses DCNS, en cooperación con la empresa española Navantia. El paquete brasileño comenzará a construirse en 2011 y todos ellos deberán estar listos en 2021, incluido el nuclear, informó Jobim, al dar detalles por primera vez sobre el acuerdo y los plazos.
En la audiencia, Jobim anunció también una reestructuración de la cartera a su cargo, con la creación de un Estado Mayor de las Fuerzas Armadas y la creación de una secretaría de enseñanza.
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