El presidente del Círculo Israelita de Bolivia, Ricardo Udler, expresó hoy su preocupación no sólo por la designación del nuevo embajador iraní en La Paz sino también por “la incursión rutinaria que los ciudadanos iraníes hacen a Bolivia y por los tratados comerciales entre ambos países”.
“Como cualquier persona gentil diría que Bolivia tiene el derecho constitucional de tener las relaciones con cualquier estado. Ahora como miembro de la comunidad judía y como presidente de la comunidad judía de Bolivia no deja de preocuparme”, manifestó el dirigente en declaraciones a la Agencia Judía de Noticias (AJN).
En lo que tiene que ver con los tratados económicos, “la principal preocupación está centrada en el transporte de uranio”.
“Si bien nunca hubo un comentario oficial confirmando el tema, existe información de agencia internacionales que dicen que se está explotando uranio en Bolivia y en Venezuela”, indicó el dirigente comunitario.
La información es alarmante ya que los organismos internacionales sospechan que Irán esté trabajando en el enriquecimiento de uranio para la fabricación de una bomba atómica.
Además, Udler dijo que también le preocupa que “cada vez que llega un funcionario iraní a Bolivia surgen comentarios en contra del Estado de Israel”.
“Me preocupa de sobremanera porque es una intromisión de personas iraníes que ingresan a Bolivia, hacen este tipo de cometarios y el Ejecutivo saca un comunicado en contra de Israel”, se quejó.
Ali Reza Qezili, quien se convirtió en el primer embajador iraní en Bolivia, manifestó su intención de reforzar las relaciones con Bolivia al presentar sus credenciales al presidente Evo Morales.
La semana pasada, el presidente Morales dijo al recibir al ministro iraní de Industrias y Minas, Ali Akbar Mehrabian, que “Bolivia apoya los esfuerzos de Irán en el establecimiento de la paz en el mundo”.
Según señaló la agencia iraní FARS, Evo Morales “también elogió la resistencia iraní contra Estados Unidos y criticó a la comunidad internacional por su doble discurso”
Morales dijo, además, que “Bolivia seguirá al lado de Irán como antes y apoyará su avance hacia la paz mundial y frente a las políticas unilaterales”.
Por su parte, el ministro de la Presidencia de Bolivia, Oscar Coca, aseguró que la relación diplomática con Irán favorecerá a la industria y la exploración de pozos petroleros en el país, entre otros.
Con la llegada del primer embajador iraní a La Paz se facilita el mecanismo de ejecución de los diversos proyectos que los gobiernos de ambos países firmaron en 2007, relacionados con hidrocarburos, defensa, petroquímica, agricultura y la transferencia de tecnología, destacó la agencia ABI de Bolivia.
Coca, también canciller en ejercicio por un viaje de David Choquehuanca a España, indicó que uno de los primeros proyectos industriales que se pondrá en marcha en Bolivia con la asistencia iraní es la fabricación de tractores. Las mismas plantas que en Venezuela, las que arrojam indicios de estar destinadas a la fabricación de armamento.
El funcionario también confirmó el interés de la república islámica en la explotación de petróleo en Bolivia.
Respecto de la explotación de yacimientos de uranio en Bolivia con ayuda iraní, Coca aseguró que sólo se ha especulado mucho sobre ese tema y “nada hay de cierto”.
“Hay algunos estudios pasados que señalan aquello, pero el Gobierno no tiene los datos suficientes”, explicó en cuanto a la presencia de uranio en el país andino.
Irán amplió en los últimos años sus relaciones con América Latina, especialmente en los ámbitos económico, comercial e industrial.
Desde que asumió en 2005, el presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad, ha ampliado la cooperación de Irán con muchos países de América Latina, fundamentalmente Venezuela, Bolivia y Cuba.
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