Las últimas 48 horas fueron adversas para las Fuerzas Militares, la Policía de Colombia, la sociedad civil, la democracia y la Seguridad Regional, tras el asesinato de 14 policías en una emboscada protagonizada por las Farc en Caquetá y 4 militares en Nariño y Norte de Santander, limítrofe con la frontera de Venezuela.
Anoche las autoridades confirmaron que en zona rural de El Doncello (Caquetá) murieron 14 policías como consecuencia de una emboscada ocurrida el miércoles en la noche en la inspección de Manguare, atribuida por las autoridades de la zona a guerrilleros de las Farc.
Según las primeras informaciones, una patrulla de la Policía que se movilizaba entre las poblaciones de Doncello y Rionegro la noche del miércoles fue alcanzada por la explosión de una carga explosiva. El gobernador encargado del Caquetá, Edilberto Ramón Endo, informó horas después que el vehículo resultó incinerado y cinco policías murieron y tres resultaron heridos". Pero ayer, las autoridades que se desplazaron al sitio del ataque descubrieron que los muertos eran en realidad 14 policías, quienes integraban un Escuadrón Móvil de Carabineros, quienes fueron atacados por guerrilleros del 15° frente de las Farc. "Había unos policías que estaban replegados luego del ataque y cuando se establece el parte verdadero encontramos que eran 14", señaló el director de Carabineros, general Santiago Parra Rubiano.
"Fuera de que entraron a un campo minado, fueron asesinados con tiros de gracia y luego rociados con gasolina. Es un acto de barbarie de las Farc contra la Fuerza Pública, y toda la sociedad colombiana, pero estos hechos avivan para desarticular a todos los generadores de violencia. Las autopsias respectivas revelaran si las victimas de la narco-guerrilla estaban con vida aun cuando fueron incineradas", dijo.
Los patrulleros muertos eran oriundos del Valle de Cauca, Cundinamarca, la Costa Atlántica, Tolima y Caquetá. Siete resultaron heridos.
Estas son las identidades de los uniformados muertos: Orlando de la Rosa Rivas, Luis Alberto Rodríguez Corrales, Odair Berrío Salcedo, Edwin Caviedes Argote, Carlos Alfonso Salamanca, Armando Sánchez Mina, Arjey Molano Arias, Édison Muñoz Vásquez, Luis Alberto Sánchez Chaparro, Alexander Muñoz Márquez, Nelson Octavio Orozco Velandia, Jhon Fredy Arboleda Correa, Carlos Montiel Arango y Óscar Iván Pinzón. Nombres que pasan a engrosar la lista de victimas de la guerrilla izquierdista radical FARC
En la zona de la emboscada hay concentración del frente 15° y la columna Teófilo Forero de las Farc, además de áreas cultivadas con hoja de coca resguardada por la guerrilla.
Otros cuatro uniformadosPero a los 14 policías víctimas de la guerrilla se suma la muerte de cuatro militares en Norte de Santander, colindante con la frontera venezolana, y Nariño, el día de ayer. En la vereda Los Milagros, en Ábrego (Norte de Santander), dos soldados perdieron la vida y uno resultó herido al caer en un campo minado instalado controlado por el autodenominado Ejercito de Liberación Nacional (ELN), agrupacion criminal de índole narco terrorista.
El otro ataque sucedió en la vía entre Ricaurte y Mallaba (Nariño), donde murieron los soldados Javier Cáceres Fonseca y Javier Enríquez Torres, cuando atendían denuncias sobre supuestos explosivos abandonados. Cuatro militares resultaron heridos en esta emboscada, informaron las autoridades.
REACCIÓN DEL GOBIERNO COLOMBIANO
El gobierno del presidente colombiano Juan Manuel Santos reforzará la política de combate frontal a las guerrillas ante los cruentos ataques que esta semana dejaron los 14 policías y tres militares muertos, estimaron analistas, que consideran lejana la posibilidad de un diálogo de paz, como solicita la narco-guerrilla.
Anoche las autoridades confirmaron que en zona rural de El Doncello (Caquetá) murieron 14 policías como consecuencia de una emboscada ocurrida el miércoles en la noche en la inspección de Manguare, atribuida por las autoridades de la zona a guerrilleros de las Farc.
Según las primeras informaciones, una patrulla de la Policía que se movilizaba entre las poblaciones de Doncello y Rionegro la noche del miércoles fue alcanzada por la explosión de una carga explosiva. El gobernador encargado del Caquetá, Edilberto Ramón Endo, informó horas después que el vehículo resultó incinerado y cinco policías murieron y tres resultaron heridos". Pero ayer, las autoridades que se desplazaron al sitio del ataque descubrieron que los muertos eran en realidad 14 policías, quienes integraban un Escuadrón Móvil de Carabineros, quienes fueron atacados por guerrilleros del 15° frente de las Farc. "Había unos policías que estaban replegados luego del ataque y cuando se establece el parte verdadero encontramos que eran 14", señaló el director de Carabineros, general Santiago Parra Rubiano.
"Fuera de que entraron a un campo minado, fueron asesinados con tiros de gracia y luego rociados con gasolina. Es un acto de barbarie de las Farc contra la Fuerza Pública, y toda la sociedad colombiana, pero estos hechos avivan para desarticular a todos los generadores de violencia. Las autopsias respectivas revelaran si las victimas de la narco-guerrilla estaban con vida aun cuando fueron incineradas", dijo.
Los patrulleros muertos eran oriundos del Valle de Cauca, Cundinamarca, la Costa Atlántica, Tolima y Caquetá. Siete resultaron heridos.
Catorce policías murieron incinerados en emboscada perpetrada por las Farc en Caquetá, Colombia
Estas son las identidades de los uniformados muertos: Orlando de la Rosa Rivas, Luis Alberto Rodríguez Corrales, Odair Berrío Salcedo, Edwin Caviedes Argote, Carlos Alfonso Salamanca, Armando Sánchez Mina, Arjey Molano Arias, Édison Muñoz Vásquez, Luis Alberto Sánchez Chaparro, Alexander Muñoz Márquez, Nelson Octavio Orozco Velandia, Jhon Fredy Arboleda Correa, Carlos Montiel Arango y Óscar Iván Pinzón. Nombres que pasan a engrosar la lista de victimas de la guerrilla izquierdista radical FARC
En la zona de la emboscada hay concentración del frente 15° y la columna Teófilo Forero de las Farc, además de áreas cultivadas con hoja de coca resguardada por la guerrilla.
Otros cuatro uniformadosPero a los 14 policías víctimas de la guerrilla se suma la muerte de cuatro militares en Norte de Santander, colindante con la frontera venezolana, y Nariño, el día de ayer. En la vereda Los Milagros, en Ábrego (Norte de Santander), dos soldados perdieron la vida y uno resultó herido al caer en un campo minado instalado controlado por el autodenominado Ejercito de Liberación Nacional (ELN), agrupacion criminal de índole narco terrorista.
El otro ataque sucedió en la vía entre Ricaurte y Mallaba (Nariño), donde murieron los soldados Javier Cáceres Fonseca y Javier Enríquez Torres, cuando atendían denuncias sobre supuestos explosivos abandonados. Cuatro militares resultaron heridos en esta emboscada, informaron las autoridades.
REACCIÓN DEL GOBIERNO COLOMBIANO
El gobierno del presidente colombiano Juan Manuel Santos reforzará la política de combate frontal a las guerrillas ante los cruentos ataques que esta semana dejaron los 14 policías y tres militares muertos, estimaron analistas, que consideran lejana la posibilidad de un diálogo de paz, como solicita la narco-guerrilla.
"Viajamos a Caquetá para, de primera mano, estudiar la situación y tomar las medidas necesarias", dijo Santos.
Ese ataque, el peor desde que asumió la presidencia el pasado 7 de agosto, ocurrió en un campo minado en una zona rural del departamento (provincia) de Caquetá, en el sur, donde son fuertes las izquierdistas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
"En la lógica de las FARC, con estos ataques se intenta respaldar la propuesta de paz que hizo su comandante Alfonso Cano" una semana antes de la asunción de Santos, "pero el efecto que produce es el contrario", opinó el politólogo Alfredo Rangel, de la Fundación Seguridad y Democracia.
"La respuesta del gobierno será insistir en que su voluntad de enfrentar a la guerrilla no se va a doblegar con este tipo de acciones. El gobierno y la sociedad esperan que para que haya un diálogo cesen los actos de violencia y haya más bien actos de paz, como la liberación de todos los secuestrados", aseguró.
"Estos últimos ataques están demostrando que la guerrilla no ha cambiado su concepción de la lógica de la guerra y la paz, y con eso sólo va a conseguir que se le cierre la puerta", opinó Rangel.
"La posición de Santos es continuar el hostigamiento militar a la guerrilla. Esa es una política clara. A la vez, quiere dejar la puerta abierta a un diálogo, pero con condiciones. Eso tomará tiempo y él lo sabe", señaló León Valencia, de la ONG Nuevo Arcoiris, que estudia el conflicto colombiano.
"Mientras tanto sigue la confrontación, y las FARC buscarán golpear a las fuerza militares, para demostrar que están vivas y que son una amenaza", opinó Valencia. Según este analista, un diálogo entre el gobierno y la guerrilla es impensable en estos momentos por el rechazo que produce en la sociedad colombiana, civil y politica. "Tendría que crearse primero un ambiente en la opinión pública, y enviar el mensaje de que eventuales negociaciones no serían como las del Caguán", dijo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario