En Venezuela corren aires de debate, de choque de modelos y, como en todo lugar con ambiente preelectoral, de promesas. Lápices, cuadernos, computadores y hasta idas al mecánico gratis ha ofrecido Hugo Chávez para convencer a los votantes de que apoyen a sus candidatos a la Asamblea Nacional (Legislativo) en los comicios del 26 de septiembre.
En dos semanas más los venezolanos irán por decimotercera vez a las urnas desde que el teniente coronel fue electo el 6 de diciembre de 1998; y tan acostumbrados están a las exageradas y alocadas promesas de campaña que cada vez son más inmunes a las llamadas de refundación y ofrecimientos de última hora, según los expertos.
En las legislativas anteriores la oposición bajó a todos sus candidatos porque "no estaban las condiciones mínimas", y le regaló el Congreso al chavismo. Ahora van por la revancha.
El Presidente lo sabe y quiere evitarlo. Para eso, a las bravatas y movidas judiciales de siempre sumó las ya habituales promesas, algunas bien originales.
Todos al taller
La contaminación ambiental es uno de los tantos problemas de Caracas. Para bajar los índices, Chávez anunció que el Estado correrá con los gastos de mantención de los vehículos que funcionan con gas, parte de un futuro programa para promover el uso de estos autos. Pero no especificó cuándo comenzará el plan.
Este no es el primer anuncio "tuerca". En octubre de 2008 Chavez prometió cambiar vehículos familiares viejos por otros nuevos a gas, parte de los esfuerzos oficiales para ahorrar energía y combatir la contaminación ambiental. Los eventuales beneficiados aún esperan.
"Las promesas que haga el Presidente no tienen impacto en la población. La delincuencia, los apagones, la situación general en que tiene al país hacen que la gente ya no le crea. Además, antes ha prometido y no ha cumplido", dice Pablo Medina, candidato a diputado opositor por la mayor circunscripción del país, en la que Chávez nunca ha perdido una elección.
La especialista en mercadeo político, Carmen Fernández, dijo al diario venezolano El Nacional que la estrategia de promesas y más promesas ha perdido efecto y puede representar un revés como ya ocurrió en 2008 en las elecciones regionales: "El elector no es bobo. Acepta las prebendas que le ofrecen en un momento puntual, pero sabe que eso no lo compromete al momento de votar".
Chávez anunció esta semana otros dos programas: "Mi hijo bien equipado" y "Mi casa bien equipada". El primero consiste en producir cuadernos, lápices y demás útiles escolares, y la dotación masiva de notebooks para los colegios que los estudiantes podrán llevar a sus casas "para que aprendan a ser responsables desde pequeños".
El segundo es básicamente lo mismo pero con televisores, cocinas, lavadoras y otros electrodomésticos.
Aire acondicionado
No es la primera vez que recurre a la línea blanca. En abril de 2008, durante una ceremonia de entrega de créditos, Chávez fue increpado por miembros de organizaciones comunitarias por no cumplir su promesa de un año antes de regalar aire acondicionado. El Presidente les echó la culpa a los alcaldes.
Óscar Schemel, director de la consultora Hinterlaces, opina que Chávez ofrece y ofrece, no concreta nada, pero la gente cree que sí lo hará. Hay que ver si la situación continúa así.
De tanto prometer, al Presidente ya le están pasando la cuenta. Estudiantes de la Universidad Católica Andrés Bello le pidieron el lunes a Chávez que cumpla con "sus promesas electorales anteriores antes de seguir prometiendo cosas para el próximo 26 de septiembre", en especial, que cumpliera con dar solución a los niños que viven en la calle, según Dalmiro González, dirigente de la UCAB.
Palabras
En 2007, previo al referéndum para la reforma constitucional (que perdió) el Presidente prometió que la seguridad social cubriría a los trabajadores independientes y una jornada laboral de seis horas diarias.
Al año siguiente, antes de las elecciones regionales, ofreció cambiar autos viejos por unos nuevos a gas, un plan de purificación del río Guaire y la entrega de refrigeradores a hogares pobres.
Esta semana inauguró, en las instalaciones de bancos expropiados, diez oficinas del Banco del Pueblo Soberano para dar créditos y financiamiento a entidades públicas y privadas. Ahí, Chávez acusó a la banca de estar vinculada a la "burguesía ladrona", que ha "financiado golpes de Estado" y "candidatos de la contrarrevolución".
Ofrecimientos de hace doce años
En el primer discurso que dio tras ser electo Presidente en 1998, Hugo Chávez mencionó las que serían las directrices de su gobierno, varias de ellas promesas de campaña, que difieren bastante de lo que es actualmente su gobierno.
Algunas frases de esa intervención:
-"Declaro ante Venezuela que no tengo enemigos políticos... tengo adversarios políticos. Independiente de lo que hayan dicho de Hugo Chávez Frías, por aquí entró y por aquí salió (dijo mientras apuntaba a sus oídos)".
-"Necesito una oposición, pido la crítica a tiempo".
-"No soy un hombre que gusta de rodearse de aduladores".
-"No podemos seguir dilapidando el presupuesto nacional".
-"No más clientelismo partidista. Se va a acabar eso. Yo no tengo compromisos de ese tipo".
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