El periodista e investigador norteamericano radicado en Washington, Douglas Farah, considera que el problema fundamental que trae la "revolución bolivariana" es la criminalización del Estado, esto es que gobiernos que son elegidos legítimamente pasan a convertirse en una empresa criminal con vínculos con el narcotráfico.
En una conferencia dictada en Miami a fines de junio del presente año, Farah comentó que el Gobierno ecuatoriano tomó una decisión incomprensible de levantar todas las restricciones de visas para ingresar en el país, esto aunado a la dolarización y al hecho de dejar que las Farc vivan tranquilamente, han convertido al Ecuador en campo propicio para el crimen organizado.
Según Farah, la región bolivariana apunta hacia estados criminalizados por las dificultades financieras de estos países ya que "la única cosa que puede reemplazar al petróleo, es el narcotráfico, la cocaína".
El Estado venezolano se ha criminalizado rápidamente, "Ecuador y Bolivia van a seguir los mismos pasos". Prosigue "Entonces vamos a tener un grupo de estados criminalizados, con alianzas con los patrocinadores más grandes del terrorismo (Irán)", acotó.
En su libro (Ecuador en Riesgo: Drogas, Matones y la Revolución Ciudadana) Farah dice que "la duda sobre si Correa sabía o no que las Farc hayan financiado su campaña también es algo no resuelto. Hay amplias evidencias que las Farc, en su nivel más alto, decidió financiar su campaña, recaudó por lo menos 100.000 dólares, y movilizó simpatizantes en la región fronteriza para que voten por él. Hay evidencia que el dinero fue aceptado, aunque no es concluyente. Lo que no se sabe es si Correa, como candidato, sabía o tenía razones para saber de la contribución".
Conforme las relaciones con Colombia se han ido deteriorando, Correa ha fortalecido sus ya cordiales vínculos con Hugo Chávez de Venezuela y su auto creada revolución bolivariana, buscando establecer un Socialismo del Siglo 21. Esta alianza no ha alcanzado los mismos niveles de hostilidad hacia los Estados vecinos de parte de Ecuador, aún.
Adicional y frecuentemente existen tensiones personales entre Correa y Chávez y los ecuatorianos ven con más frecuencia a los venezolanos como camaradas ideológicos pero no como aliados de fiar. Estas hostilidades también aludieron hacia los documentos encontrados en la computadora de Reyes, en los cuales comandantes de la FARC señalan varias veces que existe tensión entre Correa y Chávez.
En su libro, Farah también le dedica una amplia reseña a las nexos entre las Farc, los ostaiza y José Ignacio Chauvín. Agrega que la presencia de la narcoguerrila es bastante conocida en la zona fronterzia ecuatoriana.
Pero los documentos de Reyes, otros documentos y el testimonio de desertores de las FARC muestran que las negociaciones entre el gobierno de Correa y los rebeldes eran consideradas por las FARC de ser al más alto nivel. Sin embargo, agrega que otros documentos parece exonerar a Correa de tener conocimiento directo de los acontecimientos.
Los desafíos que Correa y su administración enfrentan son enormes, y si Correa los encaminará no está claro, parece ambiguo en cuan democrático será el sendero que seguirá, dice Farah en su investigación.
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