Un día después que Venezuela rompió relaciones con Colombia, la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), ente creado por el chavismo, anunció el viernes que su secretario general, el cuestionado ex presidente argentino Néstor Kirchner, se reunirá el 5 de agosto en Caracas con Hugo Chávez y luego en Bogotá con el saliente mandatario Álvaro Uribe y el electo presidente de la república de Colombia Juan Manuel Santos.
Néstor Kirchner y su estrecho vinculo político-económico con el régimen de Hugo Chávez, hacen a la mediación del primero, un inoficioso tramite al ser tratado precisamente en una instancia regional no oficial, creada por el chavismo mismo.
El mismo jueves el gobierno venezolano solicitó a Ecuador --que ocupa la presidencia pro témpore de Unasur-- una cumbre "de emergencia" que reuniera a los cancilleres de la región, la que finalmente fue convocada para la próxima semana en Quito.
De acuerdo con los especialistas, la mediación en esta crisis es una oportunidad del bloque para fortalecerse, dado que aun se encuentra solo sostenida retorica y políticamente por los gobiernos por chavistas de la región. De hecho, para el caso chileno, este país aun no ha ratificado su ingreso formal a dicha instancia creada por Hugo Chávez para contrarrestar el accionar de la OEA. Solicitándole a su presidente, Néstor Kirchner, una "clausula democratica" para ser incorporada a los estatutos de la UNASUR. Que en la practica hasta el momento, solo ha servido para expresar el alineamiento de los países que dependen o recibe cuantiosa ayuda de las arcas fiscales de Venezuela y otorgada dadivosamente por Chávez, a los planteamientos del mismo y apoyo a su proceso expansionista revolucionario en la región.
Colombia hasta el momento no ha dado señales de aceptar una mediación, como solución de fondo al conflicto. Ese es un camino ya recorrido. La cuestión de fondo y unica salida es la salida de las FARC de Venezuela, el cese del apoyo economico y logistico de Chavez y su compromiso en los hechos concretos con la libre determinacion de su vecina Colombia.
La mediación será un gran reto para el secretario general Néstor Kirchner, que tiene en sus manos la gran oportunidad de limpiar el descrédito que ha caracterizado a su gestión desde un principio, cuando incluso se llegó a vetar su postulación", por los casos de corrupción que lo ligan al gobierno chavista y de enriquecimiento ilícito en Argentina.
Además de la Unasur, también alzaron sus voces varios gobernantes de la región pro chavistas. El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, llamó a Chávez el jueves para mostrar su preocupación por la crisis, acordando que continuarán la discusión sobre el tema cuando visite Caracas el próximo 6 de agosto. El mandatario dominicano Leonel Fernández dijo estar dispuesto a contribuir en el restablecimiento de los lazos entre Bogotá y Caracas.
Además, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, había ofrecido sus buenos oficios mientras que el gobierno de Bolivia abogó "para que en el ámbito de Unasur se pueda dialogar a profundidad sobre el conflicto desatado entre los dos países hermanos". De esta manera, señalan analistas, estas iniciativas individuales terminarán ejerciendo presión para que se trate solo alrededor del bloque regional chavista, y no a nivel OEA.
La observadora internacional Elsa Cardozo destaca que la estrategia de la Unasur apunta a promover el "descrédito de la OEA".
El jueves, Ecuador responsabilizó al secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, de la ruptura diplomática entre ambos países al no evitar la cita en la que Colombia insistió en sus denuncias sobre la presencia rebelde en Venezuela, vetándolo como mediador en la crisis. ¿Cual era el propósito ecuatoriano, no sacar a la luz la grave injerencia chavista en Colombia?. Insulza negó tener responsabilidad en el conflicto y aseguró que no pudo postergar la reunión, pese a sus esfuerzos en ello.
Chávez, por su parte, aseguró el viernes por la noche que su país no se quedará "de brazos cruzados" en caso de un ataque armado por parte de Colombia, un escenario en el que ha insistido constantemente aunque no hay ningún indicio de que Bogotá tenga intención de lanzar una ofensiva. "No podemos subestimar lo que está ocurriendo", comentó Chávez quien, sin embargo, matizó con que "lo último que pudiera ocurrir acá sería una guerra".
Chávez es un firme opositor a Estados Unidos en la región. Hace un año ya había congelado las relaciones con Colombia a raíz de un acuerdo de cooperación militar entre Bogotá y Washington. Sin embargo a la fecha. Chávez no ha transparentado el acuerdo de cooperación militar suscrito anteriormente con Rusia.
El gobierno colombiano, por su parte, consideró el viernes que la "respuesta" de Venezuela a sus denuncias fue cortar los lazos bilaterales, cuando lo que se requiere es "un mecanismo específico para que se resuelva el tema de fondo, el apoyo de Venezuela a las FARC, y exista cooperación eficaz en la lucha contra el narco-terrorismo".
Chávez rompió relaciones diplomáticas con Bogotá y puso en alerta a las fuerzas armadas el jueves después que el gobierno de Uribe aportara pruebas de que Venezuela alberga en su territorio a unos 1.500 narco-guerrilleros de las FARC que siembran el terror y el narcotrafico en Colombia.
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