En Costa Rica más de cien oficiales del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), incluidos comandos del Servicio Especial de Respuesta Táctica (SERT), tendían un cerco policial en la conflictiva zona de “Aguantafilo”, en la Ciudadela 25 de Julio en Hatillo, en busca de Roy Hernández Chavarría, considerado uno de los más peligrosos criminales del país, y acusado de estar vinculado en seis asesinatos y cinco tentativas de homicidio entre 2009 y 2010. Hernández Chavarría se arma con un AKM y granadas de fragmentación.
En El Salvador, miles de soldados se han movilizado a las calles y la frontera, a bordo de tanquetas. El Ejército distribuía 700 fusiles M16 a la policía.
En Honduras, dos F-5E sobrevolaban San Pedro Sula durante las celebraciones Junianas en San Pedro Sula, ambos equipados con misiles aire-aire Sidewinders, primera vez observados en ese país centroamericano.
En Guatemala, se adquirían 8000 pistolas 9mm y 3000 fusiles AKM para equipar a la policía, además de un lote de 778 fusiles Tavor y otro de 700 fusiles del mismo modelo adquiridos antes.
Cualquiera diría que Centro América se prepara para una guerra. Efectivamente, la situación es precaria. Sendos arsenales continúan apareciendo en los varios países en manos de sicarios.
En junio, la Policía Nacional de Nicaragua detuvo a un mexicano, miembro de la banda de narcotraficantes "Los Zetas", y a dos nicaragüenses, en posesión de un arsenal de armas de guerra. A ellos se les incautaron 12 fusiles de asalto AK, un Galil y un M-16, tras un ligero intercambio de disparos, varios de los cuales impactaron en una patrulla, en El Papayal, Chontales, en la carretera Managua-El Rama.
El 30 de abril, la policía de Panamá localizó un enorme arsenal en la provincia de Chiriquí, en el occidente del país y cerca de la frontera con Costa Rica, el que incluía 4.000 granadas y alrededor de medio millón de municiones. El arsenal fue incautado en la casa de un profesor universitario de Sociología de origen guatemalteco, nacionalizado panameño. Junto con los explosivos se encontraron 47 fusiles AKM y 24 subametralladoras.
Entre enero y octubre del 2009, la Policía Nacional Civil salvadoreña decomisó 11 ametrallados M-60, 21 subametralladoras y 2 lanzacohetes chinos (RPG), además de 8 minas claimore, 5 carabinas, 403 escopetas, 77 fusiles AK-47, 16 fusiles AR-15, 7 fusiles galil y 21 M-16. También se incautaron 1.332 granadas de fragmentación y 3 granadas de mortero, 276 armas hechizas (artesanales), 3 lanzagranadas y 8 minas personales. Solo en los primeros 10 meses de 2009, se incautaron, 4 mini Uzi, 2.496 pistolas, 761 revólveres y 160 rifles. Desde 1 de enero hasta el 24 de mayo 2010, la Policía decomisó 103 fusiles de guerra y en diez de los casos han estado implicados pandilleros. Los pandillas centroamericanas , maras, usan fusiles de asalto, junto con las granadas y otro tipo de armas de guerra, para intimidar a las personas que se niegan a pagar chantajes, para defender su territorio, para realizar secuestros y para reclutar nuevos miembros.
Se calcula que la vecina Guatemala circulan alrededor de un millón de armas de fuego de diferente calibre de forma ilegal.
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