Dos congresistas federales liberaron US$15 millones para programas a favor de la democracia en Cuba, pero mantuvieron la retención de US$2.6 millones para un contratista cuyo empleado se encuentra preso en La Habana, según funcionarios en Washington.
"Estoy complacido de que el Departamento de Estado haya liberado finalmente estos importantes fondos'', dijo el lunes en un comunicado el senador George Lemieux, republicano por la Florida, al revelar la liberación de los US$15 millones.
Se espera que el Departamento de Estado y la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) distribuyan en los próximos meses los fondos a los grupos de la sociedad civil cubana en forma de suministros como computadoras, medicinas y ayuda a las familias de los disidentes encarcelados.
Es probable que la liberación de los fondos, retenidos desde comienzos del 2009, enoje al gobierno cubano, pero atraiga a su vez un rápido elogio de los partidarios de los disidentes.
"En un momento en que los disidentes están asediados, ellos necesitan saber que los Estados Unidos están de su parte'', comentó Mauricio Claver-Carone, director del comité de acción política U.S. Cuba Democracy, que está a favor del embargo estadounidense contra la isla.
Funcionarios del Departamento de Estado y la USAID no comentaron sobre la liberación de los fondos, pero miembros del personal de Lemieux dijeron que se informó verbalmente la semana pasada a su oficina del cambio.
El Congreso asignó $20 millones en fondos para Asistencia a la Democracia en Cuba en el año fiscal que termina en septiembre, pero los fondos no se liberaron. El escándalo golpeó el manejo de los $20 millones asignados para el año fiscal anterior. La administración de Obama se tomó meses antes de nombrar un nuevo jefe de la USAID y entonces lanzó una revisión de la efectividad del programa. El proceso se encontró con otro obstáculo, cuando las autoridades cubanas arrestaron el 3 de diciembre a Alan P. Gross, un subcontratista de USAID oriundo de Potomac, Maryland, después de que entregara un sistema telefónico por satélite a grupos judíos. Gross sigue en prisión, aunque no se le han presentado cargos.
En su año final, la administración Bush desvió algo del dinero para Cuba de organizaciones no gubernamentales hacia contratistas como el patrón de Gross, Development Alternatives Inc. (DAI), al alegar que éstos podían manejar mejor el dinero y evitar otros escándalos.
Pero cuando el Departamento de Estado y la USAID habían notificado antes este año al Congreso que estaban listos para liberar los US$20 millones durante el presente año fiscal, el senador John Kerry, demócrata por Massachusetts, y un miembro de la Cámara de Representantes "retuvieron'' el dinero hasta que pudieran obtener más información sobre los programas que se iban a financiar.
Los dos miembros del Congreso levantaron la semana pasada la retención de los US$15 millones, según dos funcionarios de Washington que pidieron mantenerse en el anonimato debido a la sensibilidad del tema. Los US$5 millones incluyen US$2.6 millones para la DAI de Gross.
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