El Ministerio de Defensa de España esta decidido en no seguir perdiendo el tiempo a la hora de dotar a sus Fuerzas Armadas de los medios para luchar contra los piratas que amenazan a la flota española que faena en aguas del Índico, frente a las costas de Somalia. Cuando el pasado día 19 la Armada desveló su firme intención de comprar aviones no tripulados (UAV) y enviarlos a la zona, para colocarlos a bordo de los barcos españoles que forman parte del dispositivo militar de la operación «Atalanta» de la Unión Europea, las gestiones para la adquisición se encontraban ya en un estado muy avanzado.
De hecho, según se ha podido saber, la Armada ya ha realizado pruebas en el puerto de Valencia con al menos, uno de los dos modelos operativos que son utilizados por la Marina de Estados Unidos, el Ejército de Australia y Canadá, que ya anunció en agosto de 2008 que lo llevaría en sus operaciones militares en Afganistán.
Concretamente, estas pruebas se llevaron a cabo con el denominado «ScanEagle», un modelo que surgió de la alianza estratégica entre las empresas Boeing e Insitu, y que fue desplegado en agosto de 2004 en la guerra de Irak.
Este modelo no necesita una pista de aterrizaje sino que tan sólo se puede utilizar a través de una catapulta de lanzamiento. El hecho de que tenga que despegar y aterrizar sobre una fragata en mitad del mar, lo hace idóneo para la operación militar en Somalia. De hecho, fue concebido como un sensor remoto para la recogida de datos meteorológicos, así como instrumento de ayuda a los pescadores comerciales para localizar y rastrear las secuelas de atún.
El «Desert Hawk»
Junto a este modelo, que la Armada española ya ha probado y que, según las fuentes consultadas, ha mostrado su satisfacción por los resultados obtenidos, el segundo aparato que también ha sido presentado a los responsables de Defensa para su conocimiento es el denominado «Desert Hawk». Este modelo es comercializado por la empresa AAI y ha sido utilizado por el Ejército americano en la operación «Libertad Duradera».
Estos dos son los principales modelo sobre los que el Ministerio de Defensa tendrá que adoptar una decisión, ya que, según las fuentes consultadas, el resto de los vehículos aéreos no tripulados son helicóptero, que no entran en los planes de España.
El trámite para completar la adquisición está en una fase muy primaria. De hecho, ha causado sorpresa en el sector el anuncio que realizó la Armada de destinar ocho millones de euros para la adquisición, mediante un proceso de leasing, de entre tres y cinco aviones para desplegarlos en la zona.
Hasta la fecha, las empresas han hecho llegar sus ofertas al Ministerio de Defensa, presentando las características de sus vehículos aéreos. Ahora se tendrá que convocar formalmente el concurso que, casi con total seguridad, se realizará por el procedimiento de urgencia, para adjudicar la compra.
Aunque el contrato se lo llevarán empresas extranjeras, hay posibilidades de que otras empresas españolas puedan participar en el proyecto, en aspectos tales como el mantenimiento de los aparatos y todo el apoyo logístico que necesitan este tipo de vehículos en las zonas donde se despliegan.
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