PARADA MILITAR BICENTENARIO EJERCITO DE CHILE 2010

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BICENTENNIAL MILITARY ARMY OF CHILE 2010

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domingo, 25 de abril de 2010

OPINION: ARGENTINA.-CRISTINA DE CERCA

Pocas horas en Montevideo bastaron para que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner demostrara, por lo menos, desubicación e ignorancia.
La reciente presencia de la presidenta argentina en Montevideo para participar en una casi inútil reunión del Mercour, permitió a los uruguayos ver en acción a la integrante de la pareja presidencial del vecino país, y tomar contacto con su estilo. Pocos minutos ante los micrófonos alcanzaron para que la jefa de Estado cometiera errores imperdonables a una dirigente política, a una mandataria y a una dama instruida.
Primero, en su discurso ante el plenario de la Cumbre del bloque regional, se declaró frenteamplista, en un pronunciamiento que le está vedado y que hasta provocó el pudor del presidente Vázquez y de la fórmula presidencial electa que lo acompañaba. Seguramente advirtió que la declaración de su fe partidista en Uruguay ya no podía causar daño a la carrera electoral del FA -por aquello de las sumas que restan- y se despachó violentando toda norma diplomática y de buena vecindad. Acto seguido, con desusado chabacanismo que sorprendió hasta al propio Mujica, dijo algo así como “Pepe, tuviste que ganarle también al bombardeo de los medios de acá y del mundo”, demostrando tal falta de información que sorprendió a todos. Si algo no ocurrió en la pasada campaña electoral fue un bombardeo mediático contra Mujica, porque la información pura y cruda trató al presidente electo con una consideración tal, que sus oponentes denominaron indulgencia y hasta condescendencia, por decir lo menos.
Después, en la misma exposición ante sus colegas, se enredó en indescifrables reflexiones sobre candiles, Mariano Moreno y Bertolt Brecht, mientras presentes y televidentes transpiraban deseando que pasara rápidamente el tiempo asignado a la oradora. Pero para quienes creyeron que allí finalizaba, faltaba algo más. Llamando a todo lo que se movía, o no, en masculino y femenino, como que su lenguaje estuviera cuotificado al igual que las listas parlamentarias, la mandataria argentina se dirigió a dar una conferencia de prensa en su calidad de presidenta protempore del Mercosur. Rechazó con innecesaria antipatía, soberbia y falta de categoría, preguntas sobre la permisividad de su gobierno ante el corte del puente Fray Bentos-Puerto Unzué por un grupo de piqueteros que hace tres años fueron alentados por su esposo a instalarse en la ruta contra toda lógica y derecho. Dijo “eso es un tema bilateral” ignorando que se “regionalizó” hace años cuando fue sometido al Tribunal de Controversias del Mercosur –que falló contra el piquete- y se “internacionalizó” cuando su país lo llevó al Tribunal de Justicia de La Haya. Tras cartón, se dedicó a exponer versiones según las cuales se avanza hacia un acuerdo comercial del bloque con la Unión Europea, ignorando que desde el viejo continente se cansaron de decir que jamás bajarán ni un ápice los subsidios agrícolas y el proteccionismo, porque en ello les va la vida de sus decenas de millones de productores rurales. No hubo referencias a las trabas “mercosurianas” de su país a exportaciones uruguayas, o a la concreción de acuerdos de suministro energético de Bolivia, Paraguay y Brasil con Uruguay, ni a los subsidios de varias provincias argentinas a su producción exportable a la región.
Y así, elegante, llamativa, pero con ininteligibles comentarios que poco tienen que ver con la realidad, y acertijos relativos –probablemente- a sus duelos domésticos, pasó por Montevideo Cristina Fernández. Mujica de lejos ponía cara de “no me ayudes más” y Vázquez, al lado de su colega, no veía la hora de que se apaguen los micrófonos.

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