PARADA MILITAR BICENTENARIO EJERCITO DE CHILE 2010

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jueves, 15 de abril de 2010

OLA DE EXPROPIACIONES DESATA HUGO CHÁVEZ

La nueva ola de expropiaciones e invasiones que se está generando a nivel nacional es una clara señal del régimen comunista que pretende implantar Hugo Chávez en Venezuela. En sus once años al frente del poder le ha negado a los más necesitados la oportunidad de tener acceso a una casa digna. 
Paola Molina Noguera
 En el decreto presidencial 1666,de manera expresa se prohíben las invasiones. Pura letra, porque la realidad que padecemos hoy día es que no hay respeto por la propiedad privada y el mismo gobierno es quien apoya a los invasores o quien decreta las expropiaciones. La Ley de Tierras Urbanas en plena discusión en la Asamblea Nacional es un claro atentado a la propiedad privada. En su contenido se habla de propiedad social, comunal o colectiva, familiar, pero el texto no menciona en ninguna parte la propiedad privada, lo que claramente indica que el gobierno será cada vez más el dueño de todo y los venezolanos seremos cada vez más pobres.
En el artículo 5 de esta Ley prácticamente se legalizan las invasiones. No debemos perder de vista que en el proyecto de reforma constitucional al que los venezolanos dijimos NO en 2007, se pretendía terminar con la propiedad privada. Como era de esperar, el gobierno no respetó la voluntad del pueblo y ahora con la complicidad de los legisladores unicolor, violadores de la Constitución, nos imponen estas leyes sin siquiera mediar consulta alguna.
El propio presidente ha mandado expropiar la Zona Industrial de Barquisimeto en el estado Lara y la Zona Industrial de San Francisco en el estado Zulia. Cabe destacar que parte de Empresas Polar opera en la Zona Industrial de Barquisimeto y todos sabemos la guerra permanente que mantiene el gobierno con estas empresas. Los empleados de la misma se han manifestado en diferentes protestas por el temor a perder sus puestos de trabajo. Porque no es un secreto para nadie que a las empresas estatizadas el gobierno aun les debe una suma que supera los 12.000 millones de dólares. Muchos nos preguntamos dónde quedó la inamovilidad laboral de los miles de empleados que se quedan en la calle cada vez que el gobierno expropia las empresas para las cuales trabajaban.
El presidente Chávez aseveró lo siguiente cuando ordenó la expropiación de la Zona Industrial de San Francisco “Hay que hacer una inspección completa. Ví muchos galpones abandonados y muchos terrenos que están llenos de monte y culebra. Quiero que se convierta en una verdadera zona industrial del socialismo”. Nos lleva a reflexión esta actitud. ¿Será que el presidente no sabe que la inseguridad jurídica espanta las inversiones? o ¿es que precisamente esa es la pretensión de Hugo Chávez un gobierno cada vez más rico y un país cada día más pobre? Los venezolanos deseamos igualdad de oportunidades, respeto a la propiedad, respeto a nuestros puestos de trabajo y que se invierta en este país para tener acceso a empleos dignos.
Hace algunas semanas en el estado Mérida se produjeron más de diez invasiones a terrenos privados en menos de cinco días. Cientos de familias amparadas por el gobernador del estado tomaron las tierras con la esperanza que les construyan una vivienda. Todo fue un vil engaño. Si en once años el gobierno no ha desarrollado los planes habitacionales que ha venido prometiendo, ¿Por que habría de hacerlo este año? Siguen entonces burlándose de los más necesitados, como parte de su agenda electoral y con miras a las elecciones de la Asamblea Nacional el próximo 26 de septiembre. Claramente ha expresado el presidente venezolano que la tierra no es propiedad privada. Inclusive en Mérida fueron invadidos terrenos de la Universidad de Los Andes, porque en la agenda de este gobierno tampoco tiene prioridad alguna la educación. Propiedad para todos no es sinónimo de expropiaciones ni de invasiones violentas. No equivale a atentar contra la propiedad privada; sino que es sinónimo de que cada venezolano tenga la posibilidad de acceder a viviendas dignas, que tenga la posibilidad de vender y comprar libremente y no que sea el gobierno quien controle todo.

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