CREACIÓN DE "GUERRILLA COMUNICACIÓNAL" DE CHÁVEZ, DIVIDE AL PAÍS

La decisión del gobierno de integrar “guerrillas comunicacionales” con adolescentes de liceos públicos, desató que opositores, organizaciones de padres y activistas critiquen la acción por considerar que politiza las escuelas y promueve mensajes de violencia entre los jóvenes.

Fabiola Sanchez

Las autoridades han rechazado los cuestionamientos asegurando que lo que se pretende es crear jóvenes críticos para que den respuesta a las “campañas malintencionadas” de los medios privados locales. El gobierno arrancó a inicios de semana la “guerrilla comunicacional” en tres escuelas públicas de la capital para enseñar a los adolescentes a utilizar las videograbadoras, los teléfonos celulares, el internet y cualquier otro medio para difundir noticias. El dirigente del partido opositor Alianza Al Bravo Pueblo, Sergio Contreras, acudió el jueves a la sede de la UNICEF en Caracas para solicitar un pronunciamiento de esa agencia sobre la iniciativa que arrancó esta semana el gobierno del presidente Hugo Chávez con un grupo de 75 jóvenes con edades entre 13 y 17 años. Contreras tipificó la acción como un proceso de “destrucción venezolano (que) se configura cuando a los niños y los jóvenes se les incorpora en una política, armamentos, en una campaña guerrerista”. Como prueba de su denuncia el dirigente mostró algunos textos de la página de internet que promueve la iniciativa oficialista, donde se enseñan técnicas para pintar murales en las calles y se muestran imágenes de armas, hombres encapuchados y fallecidos en los desordenes callejeros de 1989 en Caracas.

La organización Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos (Provea) objetó la iniciativa oficialista en un comunicado que señala el involucramiento de los menores en “la desgastante polarización que tanto daño ha causado a la sociedad venezolana, motivándolos a enfrentar a quienes tengan opiniones críticas al gobierno”. “Estamos dándoles herramientas a los muchachos para la paz, para la comunicación, para la verdad”, declaró Ismenia Fernández, directora de la zona educativa del estado centro costero de Carabobo, al defender la creación de la “guerrilla comunicacional”. Al ser preguntada sobre si el programa implica una ideologización de los adolescentes, Fernández dijo a la prensa que “si ideologizar es que los muchachos digan la verdad, sí estamos ideologizando porque lo que buscamos es que se diga la verdad”. Justificó el programa porque “los medios de comunicación privados… no reflejan los logros” del gobierno. A pesar de la intensa diatriba generada por la creación de la “guerrilla comunicacional”, las actividades en la escuela pública capitalina Gran Colombia, desde donde se lanzó la iniciativa oficialista, transcurren sin alteraciones. “Todo está bien normal”, afirmó Gabriela Pereira, una estudiante de tercer año de bachillerato de la escuela ubicada en una barriada pobre del oeste de Caracas. “Si no hubiesen inaugurado eso (la guerrilla comunicacional) no hubiesen arreglado el liceo”, comentó Pereira, de 15 años, al alabar la acción del gobierno, pero sostuvo que no se debe promover una “guerrilla” contra los medios porque “cada medio de comunicación tiene su forma de pensar y hay que respetar esas formas de pensar”. Gisel Villegas, estudiante de quinto año de bachillerato, dijo a la AP que le parecía favorable la iniciativa porque es “una alternativa para los estudiantes de que comuniquemos nuestras cosas, tanto nuestros logros y también nuestras problemáticas”. Villegas, de 16 años, relató que esta semana se incorporó a la “guerrilla comunicacional” donde les enseñaron a “utilizar las cámaras (de televisión)”. “No lo veamos como una manera de politizar. Veámoslo como otra forma de estudio. Es algo extracurricular que estamos aprendiendo hacer y que además nos gusta. No nos están ideologizando como tal. Estamos viendo la información sea buena sea mala”, acotó.

Chávez ha mantenido en sus once años de mandato tensas relaciones con los principales diarios y televisoras del país a los que ha acusado de difundir “informaciones falsas” y promover conspiraciones.