Los principales países de la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA) -Venezuela, Nicaragua, Ecuador y Bolivia- estarían buscando reunir los votos necesarios para que el depuesto Presidente de Honduras, Manuel Zelaya, actualmente exiliado en la República Dominicana, ocupara la secretaría general de la Organización de Estado Americanos (OEA). La actual cabeza visible de la OEA, el chileno José Miguel Insulza, aspira a repetir en el puesto.
Cuba, aunque no es miembro activo de la OEA, lo respaldaría a través de las naciones del Caribe en las que siempre ha tenido un poder de influencia considerable. Honduras, expulsada del organismo tras la destitución que depuso a Zelaya en junio pasado, podría retornar a la OEA si el gobierno de Porfirio Lobo no se opusiera a este nombramiento una vez que sus promotores sumaran 17 votos de los 33 países representados en el organismo regional.
La elección del nuevo secretario general debe realizarse el 24 de marzo. Panamá, Argentina, Colombia, México, Paraguay, El Salvador, Perú y Estados Unidos entre otros, no han revelado su posición, mientras que Brasil, República Dominicana, Guatemala, Costa Rica y Chile han apostado por reelegir a Insulza.
En declaraciones a la agencia Efe, Rasel Tomé, uno de los colaboradores del depuesto mandatario, sostuvo que "el presidente Zelaya no tiene interés en ser funcionario de la OEA". Sobre la dirección que podría tomar la trayectoria política de Zelaya, Tomé indicó que hay que esperar a que se concrete su ingreso en el Parlamento Centroamericano (Parlacen), cargo que le corresponde como ex presidente. El juramento de Zelaya en el Parlacen estaba previsto para el 25 de febrero en Guatemala, pero fue pospuesto para una fecha "sin definir" debido a "dificultades logísticas".
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