En el sector cafetalero, una ex ministra de Comercio de La Habana lleva las riendas. Y están presentes en más de una decena de organismos públicos. Castristas colaboran con el Mandatario venezolano para crear la República Federal Bolivariana Venecuba, advierte la oposición.
Por Luisa Navea y Antonia Krebs
"En un tiempo breve, Chávez cambiará la Constitución y creará un nuevo país llamado República Federal Bolivariana Venecuba".
Así lo aseguran a "La Segunda" diversos miembros de la oposición venezolana que vieron con estupor la llegada a comienzos de este mes del ministro de Comunicación cubano, Ramiro Valdés, a Caracas. La versión oficial es que va a encabezar una comisión para resolver la grave crisis de electricidad de Venezuela, pero otros advierten que su soterrada misión -con su fama de creador de los servicios cubanos de inteligencia (G2)- será reprimir las marchas de estudiantes, censurar a periodistas y bloquear las redes sociales en internet.
El vicepresidente del partido opositor Un Nuevo Tiempo (UNT), Enrique Márquez, precisa que la mayoría de los cubanos "entraron a prestar servicios médicos en la misión Barrio Adentro y el resto está en posiciones burocráticas, pero nunca a la vista, nunca expuestos a la opinión publica".
Por ello, advierte, "la llegada oficial de Ramiro Valdés ha levantado tanto alboroto, justificadamente"
Pero más allá de los motivos reales de la llegada a Caracas del tercer hombre de la jerarquía castrista, su labor se suma a la de 60 mil cubanos -según el ex presidente del Congreso Luis Alfonso Dávila- que han sido desplegados por Chávez, en virtud de acuerdos bilaterales que tomaron forma en 2003.
En su momento más crítico, Fidel le aconsejó a Chávez arrancar con las misiones, y los médicos cubanos empezaron a llegar. Pero no fue hasta 2005 que se acuñó la definición de Venecuba. En una visita a La Habana Fidel le dijo a Chávez que los dos países eran "una sola nación". Y recalcó: "Somos venecubanos".
Tanto la oposición como ex colaboradores de Chávez ven con temor la realización de este proyecto.
"Chávez amenaza con avanzar en un sistema que no es socialista como él dice, sino que es un modelo comunista cubano. No tengo duda de que la alianza entre Cuba y Venezuela avanzará a menos de que el país lo detenga, en una dirección en la cual Hugo Chávez buscará convertir a Venezuela en una nueva Cuba", señala Márquez.
En tanto, el ex vicealmirante Mario Carratu , que colaboró con el gobierno de Chávez, advierte a este medio que "Venezuela es Colonia de Cuba y sin Venezuela fracasa la Revolución de Fidel y Raúl Castro".
Además agrega que "el control cubano está presente desde las fuerzas de seguridad del Mandatario hasta el militar".
Venezolanos rechazan parecerse a Cuba
Los asesores enviados por los hermanos Castro, presentes en más de una decena de organismos públicos venezolanos, controlan cada vez más sectores estratégicos del gobierno de Chávez, como la salud, la educación, la inmigración y la inteligencia. Y su creciente influencia tiene escandalizados a los venezolanos -más del 80% rechaza parecerse a Cuba- y hasta a los propios chavistas.
Sin embargo, lo que más alarma a los venezolanos es el control que tienen los agentes castristas del Sistema de Identificación Nacional, y los registros públicos y notarías, ya que con ellos se controla al ciudadano, su identidad, documentos y propiedades.
Otro de los temas sensibles es el de los militares, quienes desde el 4 de febrero pasaron a llamarse Fuerzas Armadas Revolucionarias de Venezuela. El jefe de asesores de la academia de entrenamiento de la policía venezolana es un cubano.
Además, la Milicia Nacional Bolivariana, que son grupos de apoyo de civiles armados, recoge el modelo de la isla: la guerra la hace todo el pueblo.
Información de Salud es enviada a La Habana
Tanta es la antipatía que ha generado la idea de que asesores cubanos ocupen puestos clave dentro del gobierno que dos de los siete ministros renunciaron en el último mes - Carlos Rotondaro , ministro de Salud, y Ramón Carrizales , vicepresidente y ministro de Defensa- en rechazo a esta imposición de Chávez, según la prensa local.
Pero independiente de esta animosidad, los principales problemas que enfrenta esta "nueva élite" provienen de contraórdenes y del choque con los venezolanos.
El Ministerio de Salud venezolano es incapaz de proporcionar estadísticas sobre atención primaria de salud o la epidemiología, por ejemplo, porque la información es enviada a La Habana. Mientras que los cultivadores de café se quejan de que en las reuniones con el gobierno es Bárbara Castillo , ex ministra de Comercio de Cuba, la que manda. Y eso, desde hace cuatro años, precisa "The Economist".
Por su parte, los sindicatos del petróleo y la construcción se han quejado de malos tratos por parte de los cubanos y de la infiltración de grupos de inteligencia castrista.
En un escalafón inferior se encuentran los técnicos cubanos que han sido empleados para recuperar hoteles, explotar minas de oro, bombardear nubes para acelerar las lluvias, instalar plantas eléctricas y dirigir compras masivas de alimentos en el exterior para distribuirlas en la red oficial de mercados populares que dirige la cartera de alimentación venezolana.
Y esto no es todo. Hugo Chávez firmó a finales del año pasado un total de 285 acuerdos por 3.161 millones de dólares con Cuba, para proyectos de colaboración en las áreas de ciencia, tecnología, producción de alimentos, pesca y turismo.
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