Luego de que la ONU confirmara que 14 miembros de su personal murieron en Haití y 56 resultaron heridos, además de alertar que la cifra podría aumentar, el jefe de la Minustah, Alain Le Roy, dijo que "es la mayor tragedia que han tenido las fuerzas de paz de la ONU" en la historia.
Estado en que quedo el Comando de operaciones de la Misión de paz de la ONU
"Es muy probable que se llegue a la mayor cifra de muertos de las fuerzas de paz, más que en los atentados de Bagdad", agregó.
Según Le Roy, los equipos de la Minustah continúan buscando entre los escombros de los edificios de la ONU a unos 200 desaparecidos, principalmente en la sede de la misión en Haití, el hotel Christopher, donde un equipo de las tropas brasileñas de la ONU están haciendo las tareas de rescate.
Entre las personas que aún se encuentran desaparecidas está el jefe de la Minustah, el tunecino Hédi Annabi, y su adjunto, el brasileño Luiz Carlos da Costa. Le Roy dijo que a pesar de que algunos medios dan por muerto a Annabi, aún es pronto para confirmar nada. "Sabemos casi con toda seguridad que se encuentra bajos los escombros", dijo Le Roy
También se encuentran desaparecidas bajo los escombros de los edificios desplomados, la esposa del jefe de la misión de paz de Chile, su hijo y una abogada chilena voluntaria.
Las fuerzas de la Minustah se encuentran controlando la seguridad de las zonas del puerto y el aeropuerto de Puerto Príncipe, mientras los aviones de los equipos de rescate van llegando a la capital.
Por otra parte, El caos y la desolación dominan la vida en Haití 24 horas después de una serie de terremotos, con un pick registrado de 7,3 Richter, que afectaron especialmente a la capital, Puerto Príncipe, y causaron "cientos de miles" de muertos, según el primer ministro haitiano.
El primer ministro, Jean Max Bellerive, dijo a CNN que son "cientos de miles" los que han perdido la vida, pero hasta ahora no hay un recuento oficial, ni tampoco oficioso.
Sí está confirmado que al menos 13 latinoamericanos han fallecido y al menos una decena están desaparecidos, casi la mayoría vinculados a las fuerzas de la ONU.
Préval dijo haber caminado entre cuerpos aplastados y oído los gritos de las personas atrapadas en los escombros del edificio del Parlamento, uno de los tantos que no pudo resistir el embate de un terremoto de 7,3 grados Richter, seguido de tres réplicas, y cuyo epicentro se situó a solo 15 kilómetros de la ciudad.
En las calles de la ciudad se pueden observar cadáveres abandonados y cientos de miles de heridos tendidos en lugares públicos, sin recibir la atención medica necesaria, ya que la infraestructura hospitalaria esta completamente destruida. El mayor hospital de Puerto Príncipe, se desplomo en solo segundos llevando en su interior a la población de enfermos y personal medico en su interior. También la sala de partos y la las salas de atención de bebes prematuros y niños.
El primer ministro, que al igual que Préval reclamó ayuda urgente para Haití, destacó que pese a la horrible situación que se vive la población se está comportando con "calma".
"La población ha reaccionado con madurez. La gente está tratando de ayudarse unos a otros, tratando de organizarse", indicó.
Bellerive subrayó la importancia de que el aeropuerto de la capital vuelva a funcionar con normalidad, pues es una infraestructura imprescindible para comenzar a recibir cargamentos de ayuda humanitaria y personal especializado.
Compañías aéreas en Santo Domingo confirmaron que el aeropuerto de Puerto Príncipe está abierto, pero que la torre de control sufrió daños severos y que desde la capital dominicana solo están saliendo periodistas y ayudas en vuelos charter.
Solo hay un controlador aéreo operativo, los demás están muertos o desaparecidos, indicaron.
"La ciudad es muerte. Una parte de Haití se ha destruido", afirmó el portal Haiti Press Network (HPN), uno de los pocos que ha podido actualizar sus informaciones, pues la red de telecomunicaciones ha colapsado.
También se han venido abajo o han resultado dañados cientos de edificios, entre ellos algunos tan significativos como la catedral de Puerto Príncipe, el Palacio Presidencial o la sede de la ONU, además de ministerios, hoteles y escuelas.
La Federación Internacional de la Cruz Roja calculó desde Ginebra que puede haber hasta 3 millones de damnificados, especialmente en la capital, Puerto Príncipe, mientras que la reaseguradora alemana Hannover Rückversiger se atrevió a hacer una estimación de los daños que le supondrá esta tragedia: hasta 20 millones de euros (29 millones de dólares).
En su relato al Miami Herald Préval dijo que "el Parlamento se ha hundido, el edificio de impuestos, las escuelas, los hospitales. Hay muchas escuelas derruidas con mucha gente dentro".
"Todos los hospitales están abarrotados con gente. Es una catástrofe", añadió.
Préval subrayó que no ha dormido desde que ocurrió el terremoto y que las calles de la capital estuvieron llenas de gente durante la noche por el temor a dormir en sus casas en caso de que ocurrieran nuevos temblores o porque muchos no tenían ya hogares.
"La noche del 12 al 13 de enero fue sin duda la noche más larga para los haitianos golpeados por un terrible terremoto que ha dejado enormes cantidades de víctimas e importantes daños", señaló Haiti Press Network.
Por su parte, la emisora Radio Metropole señala en su web que mientras la ayuda internacional comienza a organizarse, "los haitianos apilan los cadáveres en las calles devastadas de la capital y otros buscan sobrevivientes y muertos entre las ruinas".
"El caos reina en las calles de Puerto Príncipe, donde varias decenas de miles de personas están en la calle, incluidos heridos graves que reclaman atención médica", agregó Radio Metropole.
Esta emisora publicó una lista "no exhaustiva y sujeta a cambios" con los edificios importantes "fuertemente dañados o destruidos totalmente" por el sismo, en la que aparecen, además de los ya mencionados, los hoteles Christopher, Montana y Karibé, y la embajada de Francia.
Entre los pocos fallecidos cuya identidad está confirmada está el arzobispo de Puerto Príncipe, Serge Miot, de 61 años. Su cadáver fue hallado entre los escombros del arzobispado, según la agencia católica vaticana Misna.
Además, el jefe de la Misión de Estabilización de la ONU en Haití (MINUSTAH), el tunecino Hedi Annabi, fue dado por muerto como consecuencia del derrumbe del edificio del organismo internacional a causa del terremoto, según el ministro francés de Asuntos Exteriores, Bernard Kouchner.
A ellos se suman una misionera y once militares brasileños, así como un gendarme argentino, cuyas muertes están confirmadas.
Además, están desaparecidas dos chilenas, un uruguayo y cuatro brasileños.
No hay comentarios:
Publicar un comentario