*Intelligence, Defense and Security
Los contrastes naturales del resultado de la elección presidencial en Chile, ya se han apagado. La pregunta salta sola ¿Y ahora que ?.
La desazón en el comando electoral de la Concertación ya era evidente tras el primer computo oficial
Lo mas lógico que la coalición gobernante por mas de 20 años tras la recuperación de la democracia, "Concertación", entre ahora en un proceso de re alineamiento de sus fuerzas políticas. Necesaria y obligadamente debe primero cerrar sus puertas y ventanas para analizarse en la auto auto critica pro activa, luego de una reflexión interna, y depurarse de los elementos dirigentes al interior de sus estructuras partidarias que la llevaron a la perdida del poder. Entendiendo que su derrota electoral en gran parte se debió a sustentarse en un férreo aparato partidario que enquisto en el Estado la cultura del servilismo partidario, la ausencia de capacidades técnico-profesionales que, si estuvieron presentes, sucumbieron ante la construcción de islas de poder bajo la sombra de caciques políticos y la implementación de políticas publicas y económicas asociadas a proyectos ideológicos de comprobado fracaso a lo largo de la historia, tanto regional como extra continental. En terminos de campaña electoral, el candidato Frei se deslumbró con una izquierda trasnochada: ofreció más Estado, cuando el país quería gente más libre y emprendedora; atacó a la empresa privada, sin respetar su importancia en el desarrollo del país; se alió con los comunistas, alejanándose a tantos votantes que no compartirán jamas con aquellos que aún no renuncian a la violencia y siguen defendiendo dictaduras atroces, como la cubana.
Si es que ese proceso interno realmente se permite desarrollar al interior del conglomerado de centro-izquierda, tal vez podría emerger en un nuevo referente, o al menos dos nuevos ejes políticos, para indistintamente de ello, conformar la oposición chilena al nuevo gobierno.
Hay que esperar que el moho del lecho del rio, decante en su fondo una vez que las aguas se aquieten. El impacto de la derrota para la Concertación, fue demasiado profundo.
Al menos durante el primer semestre del 2010 podríamos ver el resultado del proceso interno de la , ahora, nueva oposición.
Por otro lado, la fuerza ciudadana expresada en la urnas, ha demostrado una vez mas que ningún político, dictador, coalición o partido político es tan fuerte por si mismo para detener la soberanía y castigo popular.
Piñera debe cuidarse de tan no solo transitar exitosamente de empresario, a estadista y político, metamorfosis que le asigna una restringida cantidad de tiempo, si no también debe plasmar en la percepción colectiva objetiva e indices económicos, las promesas de campaña.
Un sector importante de la ciudadanía, así como lucho y voto por la recuperación de la democracia en Chile, igualmente le quito el voto de confianza a quienes prometieron llevar la prosperidad a todos los chilenos post dictadura.
Piñera debe estar consciente de que ese margen de votantes, lo estará observando, midiendo su trabajo, y el de la derecha, y volverá a dictar su veredicto en una nueva elección en apenas cuatro años mas. Piñera no tiene elección. O hace un gobierno exitoso o se convierte en un simple paréntesis.
La nueva correlación de fuerzas de lo que quede de la Concertación, será un factor importante dentro de la concretización de sus anunciadas reformas. Sera muy distinto gobernar con una oposición constructiva de los acuerdos o una frontal dominada por la izquierda que negaran la sal y el agua en el parlamento.
¿Sabra esa nueva oposición entender el llamado a desempeñar un rol constructivo supeditados a los altos intereses de la nación o permanecerá atada ideologicamente a los enclaves personalistas de partido y la ausencia de propuestas innovadoras?.
Dejemos que eclosione la nueva oposición.
Por otro lado, la fuerza ciudadana expresada en la urnas, ha demostrado una vez mas que ningún político, dictador, coalición o partido político es tan fuerte por si mismo para detener la soberanía y castigo popular.
Piñera debe cuidarse de tan no solo transitar exitosamente de empresario, a estadista y político, metamorfosis que le asigna una restringida cantidad de tiempo, si no también debe plasmar en la percepción colectiva objetiva e indices económicos, las promesas de campaña.
Un sector importante de la ciudadanía, así como lucho y voto por la recuperación de la democracia en Chile, igualmente le quito el voto de confianza a quienes prometieron llevar la prosperidad a todos los chilenos post dictadura.
Piñera debe estar consciente de que ese margen de votantes, lo estará observando, midiendo su trabajo, y el de la derecha, y volverá a dictar su veredicto en una nueva elección en apenas cuatro años mas. Piñera no tiene elección. O hace un gobierno exitoso o se convierte en un simple paréntesis.
La nueva correlación de fuerzas de lo que quede de la Concertación, será un factor importante dentro de la concretización de sus anunciadas reformas. Sera muy distinto gobernar con una oposición constructiva de los acuerdos o una frontal dominada por la izquierda que negaran la sal y el agua en el parlamento.
¿Sabra esa nueva oposición entender el llamado a desempeñar un rol constructivo supeditados a los altos intereses de la nación o permanecerá atada ideologicamente a los enclaves personalistas de partido y la ausencia de propuestas innovadoras?.
Dejemos que eclosione la nueva oposición.
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