Con menciones a Víctor Jara por segundo día consecutivo y haciendo subir al escenario a familiares de las víctimas de Lonquén, el candidato presidencial de coalición gobernante chilena, Eduardo Frei profundizó ayer sus gestos hacia la izquierda, en el inicio de una fuerte ofensiva de última hora para tratar de captar los votos de ese sector. Estrategia que expertos sindican como peligrosa para el voto histórico o duro de su propia tienda, la Democracia Cristiana, partido de centro derecha. Ya que Frei en su desesperación por levantar su alicaída opción presidencial ha prometido al Partido Comunista puestos ministeriales en su eventual gobierno.
Guillermo Tellier, presidente del Partido Comunista y el candidato presidencial Eduardo Frei.
Aprovechando su cierre de campaña en Talagante, el candidato oficialista reiteró su promesa de un plan de medidas en el tema de los DD.HH. cuyo eje es la anulación de los efectos de la Ley de Amnistía, apuntando a conseguir votos de Jorge Arrate y de Marco Enríquez-Ominami. Los otros dos candidatos de la izquierda chilena. Sumándola a su promesa de entregar ministerios al Partido Comunista, muy convenientemente enarbolando un manoseado tema dentro de la política chilena, los DD.HH. Lo que ha alejado visiones e iniciativas objetivas frente al tema. Frei es recordado por una amplia mayoría electoral como el gran defensor del senador vitalicio Augusto Pinochet cuando se encontraba detenido en Londres, y por su marcada separación precisamente de tan especial tema, los DD.HH. Frei jamas concedió una sola audiencia a la agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos.
"Quiero saludar a los familiares que sufrieron en Lonquén, porque ése es un drama que Chile todavía no cura definitivamente. Y delante de ellos quiero decirles lo que ratificamos ayer: no a la amnistía, que sigan todos los procesos con la verdad, justicia y memoria histórica y reparación para las familias de Chile", afirmó Frei. En lo que ha sido calificado como una vergonzosa utilización electoral de delicados temas.
Su planteamiento encontró acogida en el pacto Juntos Podemos, principalmente conformado por el comunismo chileno, ya que tanto Arrate como el secretario general del Partido Comunista, Lautaro Carmona, valoraron la propuesta.
El anuncio fue recibido por ambos como un verdadero "triunfo" para las fuerzas de izquierda, desde donde se valoró el hecho como "un avance importante" con miras al acuerdo programático que esperan suscribir con el oficialismo de cara a la segunda vuelta.
El abanderado de la izquierda extraparlamentaria llegó ayer hasta Valparaíso para aprovechar su último fin de semana de campaña en reforzar su llamado a todas las fuerzas de centroizquierda a construir, antes de la primera vuelta, una alianza para impedir el triunfo de Sebastián Piñera, el candidato de derecha favorito en las encuestas.
Sus dichos fueron respaldados por el Partido Comunista, que a través de su secretario general, Lautaro Carmona, valoró la propuesta de Frei como "una señal muy positiva para el acuerdo mínimo que junto a Arrate hemos venido promoviendo". "Este es un avance importante, ya que cualquier plataforma programática mínima de acuerdo parte de la base y debe sustentarse en el combate contra los militares", dijo el dirigente comunista.
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