Cerca de un millar de ex agentes de la extinta Agencia Federal de Investigación mexicana (AFI) que combate al narcotrafico, integran ahora las filas del crimen organizado en México, según fuentes anónimas de la Fiscalía federal, y publicadas en la prensa local mejicana. De acuerdo con la versión periodística, desde la creación de la AFI, en noviembre de 2001, y hasta el 18 de abril de este año renunciaron 2.426 agentes.
Los años con mayor número de renuncias fueron 2007 (634) y 2008 (617), periodos recientes de máxima violencia de los cárteles del narcotráfico en el país.
Algunas de las renuncias se debieron también al rechazo de los agentes a someterse a pruebas de control de confianza instauradas por el Gobierno del presidente mexicano, Felipe Calderón.
Cuatro de cada diez agentes que se dieron de baja de las filas de ese organismo de seguridad pasaron después a integrarse a alguno de los cárteles mexicanos de tráfico de drogas, citando "fuentes de primer nivel" de la Procuraduría General de la República (PGR, fiscalía federal), de la que dependía la AFI.
Entre los casos de renuncias citados está el de cuatro ex agentes que dieron apoyo a Jesús "El Rey" Zambada, uno de los capos del cártel del Pacífico detenidos. Según explica la prensa, uno le facilitó presuntamente la entrada de droga por el aeropuerto capitalino, otro fue detenido junto a él y dos más le brindaban protección.
Las renuncias se deben también, de acuerdo con varios agentes consultados por el periódico, a las amenazas de los narcotraficantes, los bajos salarios, los malos tratos de los mandos y la falta de equipo adecuado para desarrollar su actividad.
El Gobierno mexicano disolvió en mayo de este año a la AFI y como reemplazo constituyó la nueva Policía Federal Ministerial.
La extinta organización, que contaba con unos 6.000 efectivos en diciembre de 2008, dio de baja, por renuncias, despidos, jubilaciones, defunciones e incapacidad a unos 3.354 efectivos durante toda su actividad.
Desde que Calderón asumió el poder, en diciembre de 2006, las fuerzas de seguridad federales, principalmente la Policía Federal y el Ejército, han encabezado la lucha contra el narcotráfico en México, dada la mayor penetración del crimen organizado en las policías estatales y municipales, y su menor capacitación y nivel de recursos.
En los dos primeros años del Gobierno de Felipe Calderón, 10.500 personas fueron asesinadas por el crimen organizado, en su mayoría sicarios, de acuerdo con datos de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH, defensoría del pueblo).
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