Irán anunció ayer el lanzamiento "con éxito" de varios misiles de corto y medio alcance durante unas maniobras militares. Los portavoces militares insistieron en el carácter defensivo de las pruebas. Sin embargo, el actual clima de tensión con Occidente, tras el descubrimiento de una instalación nuclear secreta, y el boato con que las presentan, las convierten en una demostración de fuerza. Hoy tienen previsto probar un cohete Shahab 3, de unos 2.000 kilómetros de alcance.
"El mensaje de estas maniobras para todos aquellos que pudieran albergar sueños de emprender una invasión militar contra nuestra patria, es firmeza, capacidad de destrucción y resistencia real y sin límite", declaró el general Husein Salamí al dar cuenta de que los misiles habían alcanzado con éxito sus objetivos. Salamí, que comanda la Fuerza Aérea de la Guardia Revolucionaria y cuyas palabras fueron recogidas por PressTV, explicó que habían reducido el tamaño de los cohetes y sus alcances para aumentar su velocidad y precisión, de forma que puedan usarse en enfrentamientos a corta distancia.
La televisión estatal mostró el disparo de varios misiles en una zona desértica. También informó de la prueba, por primera vez, de una lanzadera múltiple, aunque sólo en un par de fotogramas se apreciaron dos proyectiles sin que resultara evidente que hubieran sido lanzados al mismo tiempo.
"El nuevo sistema es capaz de lanzar simultáneamente varios misiles de fabricación nacional de clase Zelzal", explicó Salamí. De acuerdo con los analistas, el Zelzal tienen un alcance de entre 100 y 400 kilómetros. Los otros dos probados, el Tondar y el Fateh, pueden llegar hasta 150 y 200 kilómetros, respectivamente. El general avanzó que durante la noche del domingo al lunes se probarían los misiles Shahab 1 y 2 (300 y 500 kilómetros).
"Mañana lunes efectuaremos disparos de Shahab 3 de largo alcance", señaló. Los Shahab 3, que Irán ya probó a mediados del año pasado, tienen un radio de acción de unos 2.000 kilómetros, que los hace capaces de llegar hasta Israel, país al que Teherán no reconoce y con el que mantiene una guerra dialéctica.
A Occidente le preocupa especialmente el empeño iraní en dotarse de misiles de largo alcance. Éstos sólo tienen lógica si van armarse con una cabeza nuclear, ya que la carga que puede trasportar resulta ineficiente para los explosivos convencionales. No obstante, EE UU suspendió la semana pasada su plan de un escudo antimisiles para Europa ante la convicción de que ese riesgo se ha reducido. "Nuestros misiles no representan una amenaza para nuestros vecinos", precisó Salamí. El general insistió en que las maniobras sólo pretenden "evaluar el grado de desarrollo técnico que Irán ha logrado en su programa de misiles de superficie". Aunque el país está sometido a un embargo de armas internacional desde su guerra con Irak (1980-1988), en los últimos 15 años ha desarrollado una industria militar autóctona, cuyos avances utiliza para reafirmar el orgullo nacional.
"El mensaje de estas maniobras para todos aquellos que pudieran albergar sueños de emprender una invasión militar contra nuestra patria, es firmeza, capacidad de destrucción y resistencia real y sin límite", declaró el general Husein Salamí al dar cuenta de que los misiles habían alcanzado con éxito sus objetivos. Salamí, que comanda la Fuerza Aérea de la Guardia Revolucionaria y cuyas palabras fueron recogidas por PressTV, explicó que habían reducido el tamaño de los cohetes y sus alcances para aumentar su velocidad y precisión, de forma que puedan usarse en enfrentamientos a corta distancia.
La televisión estatal mostró el disparo de varios misiles en una zona desértica. También informó de la prueba, por primera vez, de una lanzadera múltiple, aunque sólo en un par de fotogramas se apreciaron dos proyectiles sin que resultara evidente que hubieran sido lanzados al mismo tiempo.
"El nuevo sistema es capaz de lanzar simultáneamente varios misiles de fabricación nacional de clase Zelzal", explicó Salamí. De acuerdo con los analistas, el Zelzal tienen un alcance de entre 100 y 400 kilómetros. Los otros dos probados, el Tondar y el Fateh, pueden llegar hasta 150 y 200 kilómetros, respectivamente. El general avanzó que durante la noche del domingo al lunes se probarían los misiles Shahab 1 y 2 (300 y 500 kilómetros).
"Mañana lunes efectuaremos disparos de Shahab 3 de largo alcance", señaló. Los Shahab 3, que Irán ya probó a mediados del año pasado, tienen un radio de acción de unos 2.000 kilómetros, que los hace capaces de llegar hasta Israel, país al que Teherán no reconoce y con el que mantiene una guerra dialéctica.
A Occidente le preocupa especialmente el empeño iraní en dotarse de misiles de largo alcance. Éstos sólo tienen lógica si van armarse con una cabeza nuclear, ya que la carga que puede trasportar resulta ineficiente para los explosivos convencionales. No obstante, EE UU suspendió la semana pasada su plan de un escudo antimisiles para Europa ante la convicción de que ese riesgo se ha reducido. "Nuestros misiles no representan una amenaza para nuestros vecinos", precisó Salamí. El general insistió en que las maniobras sólo pretenden "evaluar el grado de desarrollo técnico que Irán ha logrado en su programa de misiles de superficie". Aunque el país está sometido a un embargo de armas internacional desde su guerra con Irak (1980-1988), en los últimos 15 años ha desarrollado una industria militar autóctona, cuyos avances utiliza para reafirmar el orgullo nacional.
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