Como un intento de polarizar aún más la ya agitada política boliviana y un mensaje de desafío y amenaza a la disidencia, fueron interpretadas por políticos opositores y analistas independientes las palabras del Presidente de Bolivia, Evo Morales, quien se declaró un "marxista-leninista" y rechazó que la Organización de Estados Americanos (OEA) mantenga discriminada a Cuba desde 1962 de la comunidad interamericana.
"No se puede entender que por motivos ideológicos alguien sea expulsado de la OEA. Yo también soy marxista-leninista ¿y qué, me van a expulsar?", manifestó Morales al diario argentino Clarín en una entrevista publicada ayer, declaraciones que encendieron una nueva polémica en Bolivia, en momentos en que aún no se apagan los ecos de un supuesto complot terrorista contra Evo, que fue aplacado a sangre y fuego por la policía en Santa Cruz.
José Antonio Aruquipa, ex asambleista y actual dirigente del opositor Poder Democrático y Social (Podemos) manifestó anoche a este diario que Morales se ha sacado la careta y presenta su verdadero rostro: "Nos liberó de la necesidad de presentar cualquier prueba acerca de su proyecto político, que no es otro que un sistema totalitario comunista".
El Mandatario boliviano subrayó que los "principios" del marxismo "son parte de la lucha del movimiento indígena por la liberación, por la igualdad, por la dignidad y, sobre todo, por el territorio".
"Esto ha sido una declaración de desafío a la oposición y de solidaridad con Cuba, y reafirmación de su postura contra Estados Unidos. Nunca el país ha estado sometido a tantos hechos políticos de tal volumen y tanta significación", sostuvo a "El Mercurio" el ex asambleísta y actual politólogo paceño Jorge Lazarte.
Aruquipa añadió que las declaraciones de Morales dan más fuerza a la oposición boliviana para detener el proyecto de Morales. "Vamos a recurrir a todos los recursos legales y democráticos para impedir lo que se impuso en Cuba y lo que Hugo Chávez está tratando de imponer en Venezuela", sostuvo.
CASTRO
FIDEL reconoció ser un marxista leninista en diciembre de 1961, recién dos años después de liderar el triunfo de la revolución en Cuba.
"El Presidente, más que marxista, es chavista", eso es lo peligroso
La declaración de Evo Morales sorprende sólo porque "siempre había negado que fuera marxista-leninista", señala Óscar Ortiz Antelo, presidente del Senado boliviano. Y a renglón seguido agrega que lo "peligroso" es que "más que marxista, es chavista".
"Todo lo que hace lo copia del Presidente de Venezuela; incluso, en muchos casos recibe instrucciones de Venezuela", indica.
Ortiz estima que en su país existe desesperación por parte del gobierno para concentrar todo el poder, por controlar las instituciones y por perpetuarse en el poder.
"Los gobiernos de Morales y Chávez han cometido tantos abusos que se vuelven dependientes del poder. Ya no pueden dar lugar a la alternancia democrática, porque saben que enfrentarán juicios que seguramente van a perder o van a tener que irse fuera del país", asegura.
El político indica que estos gobiernos suponen un problema muy serio para América Latina; por eso, añade, los países que aún no caen en regímenes de ese estilo no deberían ver con indiferencia esta situación. "Con el dinero que sacan del petróleo venezolano impulsan a sus candidatos y se distorsiona el sistema democrático. Una vez que llegan al poder acomodan las reglas, como la Constitución; controlan todas las instituciones para permanecer en el poder indefinidamente, poniendo a la democracia en una especie de rito controlado por ellos para legitimarlos en el poder".
Ante esto, la Cláusula Democrática de la OEA "ha probado que no tiene respuesta cuando los atropellos a la democracia son cometidos por los Ejecutivos que han sido elegidos democráticamente".
El senador estima que Evo Morales, quien llegó a la política como líder indígena, ha abandonado esos principios. "Evo representa una oportunidad perdida en la historia nacional de fomentar una inclusión en el marco de la unidad y la reconciliación entre los bolivianos. Incluso, lamentablemente, parece haber abandonado la causa indígena. Como Chávez, se dedica a eliminar cualquier factor de equilibrio, de contrapeso, de balance democrático en la sociedad atacando a los medios de comunicación, a la iglesia y, obviamente, a la oposición política o regional".
Investigación del complot está "contaminada"
Como "confusa y contradictoria" califica el Presidente del Senado boliviano, Óscar Ortiz, la información que el gobierno ha entregado sobre el supuesto complot para asesinar a Evo Morales. "El gobierno ha contaminado la investigación pretendiendo sacar conclusiones antes que los fiscales hubieran actuado, acusando a la oposición o a líderes regionales de estar detrás del complot", indica.
El senador Ortiz estima que la mejor forma de garantizar la independencia de la policía boliviana es recibir colaboración internacional, de Interpol o de algún país. "Irlanda y Hungría, de donde eran los ciudadanos implicados, han solicitado participar; lamentablemente, el gobierno se ha negado. Esto afecta la credibilidad del gobierno que hasta ahora no ha actuado con transparencia".
"Creemos que todo apunta a que se asesinó a esas personas. Lo que correspondía era tomarlos presos y juzgarlos; además, habría sido la mejor forma para avanzar en las investigaciones. No entendemos por qué fueron directamente silenciados".
"El chavismo es tener un gobierno elegido por voto popular y después acomodar las reglas para garantizarse el control del poder total".
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