El presidente de la ONG Aidesep, Alberto Pizango, principal promotor de la violencia en Bagua que dejó un trágico saldo de 25 policías muertos, recibio a emisarios del gobierno de Hugo Chávez durante los 11 meses que duró su asilo en Nicaragua.
Daniel Ortega junto a Alberto Pizango durante el refugio que este ultimo recibió en Nicaragua tras huir de la justicia peruana
Pizango recibió a funcionarios chavistas en una costosa finca de Managua, que le fue cedida por el gobierno de Daniel Ortega.
Durante su exilio forzado para eludir la justicia peruana, el dirigente amazónico vivió en la “casa de seguridad”, controlada por personal del gobierno de ese país y situada a 36 kilómetros al sur de la capital nicaragüense.
Se trataría de una cómoda vivienda ubicada en una finca cercana al municipio de San Marcos, departamento de Carazo. Según la prensa nicaragüense, el valor de una propiedad en dicha zona de Managua supera fácilmente los 85 mil dólares.
El domicilio de Pizango en Nicaragua fue resguardado con extremas medidas de seguridad, tanto así que para acercarse a dicha finca, según un periodista nicaragüense, se necesita autorización expresa del gobierno del presidente de país, Daniel Ortega.
Miles de indígenas convocados por Pizango se dieron cita para tomar el control de la carretera de Bagua, en horas previas a la masacre
En ese lugar el ex líder de Aidesep recibía no sólo a funcionarios chavistas, sino también a dirigentes del Partido del presidente Ortega, incluso en su asilo realizó actividades políticas. Según las mismas fuentes Pizango asistió con el presidente Ortega a una manifestación popular en donde se glorificó su accionar en Bagua a los 15 días de llegar a Managua.
En otras actividades Pizango acompañó a Ortega en un acto en homenaje al ya fallecido fundador de las guerrillas sandinistas, Carlos Fonseca, quien este martes habría cumplido 73 años.
Las fuerza policiales peruanas al intentar reponer el libre transito en la carretera del Bagua, fueron emboscados en una operación típica de la guerrilla por indígenas armados, con un resultado de 25 policías muertos, en donde un oficial fue secuestrado, torturado, descuartizado y arrojado a un rió adyacente por los indígenas. El fuego para repelar el ataque de la policía causo además varios muertos entre los indigenas. A los pocos días, Pizango huyo hacía Nicaragua.
Ortega destacó ante miles de partidarios, en la Plaza de la Revolución, que los pueblos indígenas del continente “están dando la batalla para defender los recursos naturales, defender la madre naturaleza, defender el medio ambiente”.
Ortega es aliado del gobierno de Hugo Chávez a través del Alba, e incluso cuando Pizango anunció su retorno al Perú el mandatario de Nicaragua pidió al presidente Alan García no encarcelar al responsable de la muerte de 25 policías en Bagua, y por este hecho el líder indígena está procesado por el delito de sedición, conspiración y rebelión contra el estado peruano y hoy tiene impedimento de salida del país.
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