En un programa de la televisión española Rec. reporteros cuatro, han pasado un extraordinario documental denominado Los guardianes de Chávez. Los periodistas logran testimoniales y su propia experiencia en los lugares visitados, la estatua de Marulanda en un sector de Caracas, los grafitis con la virgen María y Cristo empuñando un fusil. El corazón de los enclaves de izquierda chavista, La Piedrita y 23 de enero. Lo que les permite mostrar imágenes crudas sobre la realidad de la violencia en Venezuela. Muy difundido en webs y blogs, obvio, por supuesto también en este. El vídeo está alojado en youtube por el autor del blog Discernimiento.es, presentado con un texto corto: “Interesante documental emitido por la 4 sobre la Venezuela de Chávez. Sin comentarios, se comenta por sí mismo. Impresionante reportaje”. Dura 20 minutos, expuesto para el debate y opiniones. En sí, es un reportaje al núcleo mismo de los grupos armados chavistas en Caracas, como nunca antes se había filmado, con testimonios de los principales cabecillas de estos grupos, mostrando desde adentro la violenta realidad que azota los barrios populares caraqueños y el accionar de estos grupos que se han convertido en la "Guardia Republicana personal de Chávez". Barrios donde la vida se desarrolla bajo el imperio de estas bandas de ultraizquierda radical armadas. 6.000.000 millones de armas en las calles de Caracas y dos asesinatos cada hora.
42 personas son asesinadas al día en la República Bolivariana de Venezuela. La revolución de Chávez no ha logrado frenar unos índices de violencia criminal que han situado a Caracas en el segundo lugar del ranking de las ciudades más violentas del mundo, después de Ciudad Juárez. REC viaja a la Venezuela armada que subyace bajo la presidencia de Chávez.
Una Venezuela en la que los partidarios del caudillo y la oposición se han instalado en posturas prácticamente irreconciliables y que para muchos son la antesala de un grave enfrentamiento civil. El programa dirigido por Jon Sistiaga entra en el barrio 23 de enero de Caracas, el bastión del chavismo radical. El reportero David Beriain se topa allí con un universo donde se sacraliza la lucha armada, se admira a la banda terrorista ETA, se adora a la guerrilla colombiana de las FARC y se pintan murales de la Virgen Maria con un Kalashnikov: “Si a Cristo le tocara bajar a la tierra ahorita, lo haría con un fusil”, dice un miembro de uno de los grupos armados que apoyan y vigilan a Chávez, para que no se desvíe de la revolución.
Estos grupos, alentados, permitidos y financiados por el propio Chávez, se han convertido en una especie de guardianes de esa revolución. Beriain entrevista a algunos de ellos. Por las cámaras de REC desfilan milicianos armados y encapuchados que hablan de “zonas liberadas donde no hay nadie de la oposición” o que reivindican la lucha armada para que no vuelvan los antichavistas. Ni siquiera por la vía democrática. Estas organizaciones se constituyen en pequeños ejércitos privados que dictan la ley en sus barrios, impiden el paso a la policía e incluso, lanzan operaciones de exterminio contra los narcotraficantes que intentan asentarse en sus zonas. Es el imperio de las armas.
Beriain asiste a varios operativos policiales en barrios en los que no se puede entrar sin casco y chaleco antibalas. Y acude después a los hospitales de Caracas en los que faltan desde camas a medicinas. Los reporteros viajan también a la frontera con Colombia, al lugar donde según un auto de la Audiencia Nacional española, militantes de ETA se han entrenado junto a milicianos de las FARC colombianas y miembros de la guerrilla venezolana chavista.
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