"La actual zafra puede calificarse de pésima en producción y eficiencia. Desde 1905 el país no registraba una campaña azucarera tan pobre", comentó el diario oficial Granma, refiriéndose a la cosecha de hace más de un siglo en la que se produjeron 1,2 millones de toneladas.
Dos días antes el ministro Luis Manuel Ávila, nombrado por el presidente Raúl Castro en 2008, fue destituido por "deficiencias de su trabajo que le fueron señaladas", anunció sin precisiones una nota oficial.
Pero un amplio informe del diario del gobernante Partido Comunista reveló que tras la "pésima" zafra está la "mala política" de planificación y "falta de control", "imprecisiones" y "voluntarismo".
Para colmo de males se molió caña de azúcar reservada para la cosecha de 2011, "lo que de por si ya compromete su desarrollo", agregó el diario. El desastre descrito alcanza tanto a la industria (de 61 ingenios todos estatales, sólo laboraron 44) y a la agricultura, buena parte estatal, aunque también cultivan caña cooperativas y campesinos privados. El efecto lo sintieron los cubanos desde dos meses antes, cuando su cuota de azúcar personal de 2,5 kg, incluida en la canasta básica, fue rebajada a 2 kg.
También afectará las exportaciones de azúcar, mieles y alcoholes, que sumaron 235 millones de dólares en 2008 -la más reciente cifra oficial- y la producción de ron, caramelos y otros productos para consumo nacional y de exportación.
Cuba no ha logrado aprovechar la sostenida alza de las cotizaciones internacionales del azúcar en los últimos años por sus bajas producciones y exportaciones.
A principios de este año, los precios llegaron a 30 centavos de dólar la libra y los expertos estiman que su moderación actual -15,21 centavos el martes, según la Organización Internacional del Azúcar- es coyuntural.
Ello se suma a la baja de los precios internacionales del níquel -principal producto de exportación cubano- marcando una baja sostenida en la venta de bienes de la isla, que se aferra al turismo, los servicios médicos y negocios con Venezuela para subsistir.
De unos ocho millones de toneladas de azúcar que producía a fines de la década de los 80, la industria cayó a los niveles actuales, que según la Oficina Nacional de Estadística se movió de 2005 a 2008 en el estrecho rango de 1,2 a 1,4 millones de toneladas.
La producción de 2009 fue similar a la 2008, y la de 2010, aún por concluir, debe rondar el millón de toneladas, según se desprende de Granma, lo cual apenas cubriría el consumo nacional (700.000 toneladas) y el cumplimiento de pequeños compromisos de exportación.
A mediados de esta década, el gobierno, buscando eficiencia, redujo los ingenios de 155 a 61, transfirió el 60% de superficie dedicada a la caña a otros cultivos, y recalificó o reubicó a 100.000 trabajadores del sector.
Pero el despegue esperado no se produjo y, por el contrario, el descalabro actual subraya que esa industria no acaba de levantar cabeza ni aproximarse a su capacidad actual de producción, de unos cuatro millones de toneladas.
Más allá de las cifras, el azúcar, principal industria cubana por siglos, es parte del "patrimonio" del país por "su historia, su tradición y sus orígenes", dice Granma, al señalar que "no es casual" que "duelan sus resultados desfavorables" por lo que "reubicarla en el lugar que le corresponde es imprescindible".
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