Dos personas que no formaban parte de la tripulación estaban en la cabina del avión que, el 10 de abril pasado, se estrelló en Rusia y en el cual viajaba el Presidente polaco, Lech Kaczynski, junto a su esposa, las máximas autoridades de su gabinete, parlamentarios y cúpulas de las fuerzas armadas de Polonia.
La investigación de la tragedia, que causó la muerte de 96 personas y que dejó prácticamente descabezado el poder político en Varsovia, comenzó a dar sus primeras luces.
El análisis de las cajas negras del aparato —un Tupolev ruso 154— arroja la presencia en la cabina de dos personas ajenas al equipo a cargo de la aeronave, según indicó hoy la presidenta del Comité Interestatal para la Aviación, Tatiana Anodina.
Uno de los “extraños” ya fue identificado, pero la funcionaria rusa no precisó quién es la persona ni tampoco el contenido de las conversaciones. “En la cabina se encontraban personas que no eran miembros de la tripulación. La voz de una de las personas fue identificada. La de la otra debe ser sometida a una identificación suplementaria de la parte polaca”, explicó Anodina en una conferencia de prensa en Moscú donde entregó los resultados preliminares de la investigación. Tatiana Anodina declaró que “hay que investigar en qué medida pudieron influir (personas ajenas a la tripulación) en la decisión (de aterrizar), ya que es de gran importancia para la investigación y para determinar las causas (de la catástrofe)”. Al mismo tiempo, señaló que “por consideraciones éticas y morales y por las normas de la IATA” no puede revelar datos sobre la persona cuya voz fue identificada.
Para aislar las voces e individualizarlas, los investigadores debieron utilizar sofisticados equipos, pues la puerta de la cabina estaba abierta y había mucho ruido ambiente. “Para eliminar el ruido de la grabación se utilizó un equipo único en su género, gracias al cual pudieron identificarse claramente las voces”.
La funcionaria rusa dependiente del gobierno central en Moscu, fue enfática en asegurar , a su juicio, que el análisis de la comisión técnica “permitió determinar que no hubo acto terrorista, ni explosión, ni incendio, ni fallas técnicas”.
Añadió que “los motores funcionaron hasta el mismo momento del impacto contra el suelo (...) El sistema de navegación también estaba encendido y funcionaba, y la tripulación recibió toda la información relativa a las condiciones meteorológicas y sobre los aeródromos alternativos”.
El desastre aéreo levantó una serie de hipótesis. Una de ellas apunto en su momento a los servicios de Inteligencia rusos, quienes habría sido la mano que soluciono el problema suscitado por el presidente polaco Lech Kaczynski, al solicitar oficialmente a EEUU disponer de suelo polaco para la instalación del escudo anti misiles que neutralizaba cualquier ofensiva misilistica-táctica rusa.
Paradojicamente, el presidente polaco perdió la vida junto a todo su gabinete y los comandantes de las FFAA cerca de la base aerea rusa de Smolensk, a donde concurrían para rememorar el aniversario 70° de la masacre de 15.000 a 22.000 soldados y oficiales del ejercito de Polonia a manos del ejercito ruso, en el contexto de la Segunda Guerra Mundial. Stalin ya había decidido anexarse Polonia en la cumbre de Yalta. Un ejercito polaco no estaba en sus planes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario