Las medidas represivas contra las redes sociales que hacen vida gracias a internet, han aumentado significativamente con el pasar de los años y a medida que crece también el número de usuarios que necesitan expresarse libremente
Luego de celebrarse el pasado lunes el 25 aniversario del primer dominio creado en internet, crecen las naciones que bloquean los caminos para acceder a este servicio, considerado por muchos como una poderosa herramienta informativa.
Desde sus inicios internet ha sido una forma “alternativa” de comunicación que podía hacer llegar un mensaje de una forma mucho más efectiva y rápida. Hoy en día el popularizado servicio de internet ha abierto nuevos caminos fortaleciendo las vías de comunicación y disminuyendo la brecha informativa.
La creación y el uso de la web 2.0 facilitaron el intercambio de opiniones entre los elementos clásicos de la comunicación (emisor - receptor) y logró un acercamiento que tiene como consecuencia un feedback en algunos casos positivos y en otros “negativo”. Es, a este último, al que organismos gubernamentales muestran desconfianza.
La cifra de países que se esfuerza por el control de internet continúa en aumento, debido principalmente al auge que ha tenido este medio como un espacio para el debate público que en algunas naciones es inexistente.
Según estudios presentados por Reporteros Sin Fronteras (RSF), La World Wide Web se encuentra cada vez más reducida ya que al menos sesenta países han efectuado algún tipo de censura “on line” haciendo uso de las llamadas “intranets nacionales” que muestran un contenido controlado por las autoridades. Este control de contenidos refiere que la web 2.0 se enfrenta al control 2.0.
En Venezuela se han hecho comentarios y advertencias, acerca de la injerencia del Estado en lo que respecta a un control web 2.0. Recientemente el ejecutivo pidió tomar medidas contra medios digitales que publicaron noticias que no se enmarcan dentro de su poco veraz política informativa. Meses atrás, el gobierno descalificó lo que se llamó una “Tuiterprotesta” llevada a cabo por tuiteros de Venezuela y el mundo en la que el mensaje clamaba por “libertad de expresión”.
A pesar de las consecuencias que podría atraer, en Venezuela aún existe una mínima y muy reducida posibilidad de manifestar diversas opiniones. Sin embargo, expertos señalan que esto tarde o temprano podría cambiar con la creación ya anunciada de un punto único de conexión., controlado por el régimen de Hugo Chávez
Con la puesta en marcha de este dispositivo, la publicación de una ley que regule el espacio virtual, no sería necesaria puesto que el propio estado sería el único encargado de controlar este acceso, tal y como lo hace China y Cuba. Si Internet es controlado por un solo ente, a través del funcionamiento del NAP (por sus siglas en inglés) la censura será evidente: bloqueo de páginas, revisión de contenidos, rastreo de correos. Así señala el portal del diario venezolano El Nacional. Cabe destacar que existen principalmente dos formas de establecer control en este ámbito. Una de ellas es poniendo barreras para la utilización de las herramientas (control sobre el acceso a la información-censura previa) y la otra consiste en la aplicación de medidas en contra de las personas que emitan juicios contrarios a la doctrina de pensamiento del ente regulador (control sobre la libertad de expresión-censura posterior).
En ambos casos se obstaculiza el acceso internet, ergo el derecho a la información.
Reporteros Sin Fronteras muestra una tipificación de 12 naciones que ejercen un control estricto sobre el acceso a las vías de comunicación del ciberespacio.
Arabia Saudí, Myanmar, China, Corea del Norte, Cuba, Egipto, Irán, Uzbekistán, Siria, Túnez, Turkmenistán y Vietnam, encabezan la lista de países con mayor represión en cuanto a libertad de expresión y acceso a la información se refiere. El control es ejercido a través de los proveedores de internet.
China lidera esta lista al punto de haberse enfrentado con el grande tecnológico Google, quien amenazó con su salida del país asiático ocasionando la posible pérdida de miles de empleos. Tanto China como Vietnam, Irán y Cuba, prohíben cualquier tipo de contenido que mantenga una línea de oposición.
La contrapartida de esto viene dada por el carácter económico que encierra internet. Según informes de la Fundación para la Tecnología de la Información y la Innovación (ITIF) internet genera una actividad económica mundial al año de 1,5 billones de dólares, más que las ventas globales de medicina, inversiones en energía renovables e inversiones gubernamentales en investigación y desarrollo.El alcance económico de internet no fue reconocido en sus inicios, incluso por las empresas líderes en desarrollos tecnológicos como Microsoft que registró su dominio sólo hasta el año 1991.
Ciertamente el “puntocom” atrajo a las compañías luego de que se dieran cuenta de que cualquier empresa orientada al público necesita tener un sitio de internet, ya sea para vender sus productos o para relacionarse con clientes y consumidores.
Lo cierto es que luego de cumplirse 25 años del nacimiento del primer dominio “puntocom” registrado por Symbolics, la revolución tecnológica que explotó aún más en el 2000, continúa cambiando estructuras sociales y económicas en el mundo.
Las empresas tardaron algunos años en darle la verdadera importancia y utilidad a esta herramienta de comunicación, mientras que algunos gobiernos totalitarios ya han detectado los riesgos que representa para ellos las libertades de los ciudadanos en la red. En Venezuela, en tanto no se apruebe la creación y funcionamiento de un NAP existirá el riesgo de que Internet se convierta en una herramienta de control político. Cuando el punto de acceso único (NAP) sea puesto en marcha, el riesgo será tangible y dejará de ser un “posible” para convertirse en un hecho.
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