El presidente Porfirio Lobo aseguró que entre una de las razones por la cual el país centroamericano no volverá a la iniciativa creada por Fidel Castro y Hugo Chavez, ALBA, es porque el grupo “va en contra de Estados Unidos”
El nuevo Gobierno de Honduras afirmó que avanza "con paso firme" hacia la normalización de relaciones con Estados Unidos, Brasil, la Unión Europea (UE) y Centroamérica, pero que no volverá a la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA).
"Estamos caminando con paso firme", declaró el canciller Mario Canahuati a la radio HRN de Tegucigalpa, y destacó la "actitud diferente" que han asumido los países de la UE, al aceptar la reincorporación de Honduras a las negociaciones del Acuerdo de Asociación con Centroamérica.
Recordó que ya el pasado viernes se normalizaron las relaciones con Estados Unidos y que, entre otros aspectos, se acordó que "se eliminaban todas las restricciones y esta semana procedíamos a abrir ya la embajada en Washington y todos los diez consulados" en ese país, y se reactivaría la ayuda económica para Honduras.
Al respecto, el nuevo presidente hondureño, Porfirio Lobo, descartó el reingreso de Honduras a la ALBA porque, entre otras razones, es un grupo que va "en contra de Estados Unidos".
"No voy a ser parte de ninguna organización para ir en contra de Estados Unidos, para Honduras es totalmente inconveniente", declaró Lobo anoche al Canal 3 de la televisión local.
El Gobierno interino que presidió Roberto Micheletti separó a Honduras de la ALBA, organización a la que este país se adhirió en 2008, en la gestión de Manuel Zelaya, destituido legalmente el 28 de junio pasado.
"Para mí sería imposible ser parte de una alianza cuyo objetivo es estar atacando a los Estados Unidos de América, eso está fuera de contexto, no me interesa", subrayó Lobo, aunque matizó que quisiera que su Gobierno fuera reconocido por los países de la ALBA.
"Somos pueblos hermanos (...), no debe de mezclarse lo político con la confraternidad que tiene que haber con todos", pero también "tenemos el derecho a ser respetados", apostilló el gobernante.
El canciller Canahuati comentó que, a pesar de los avances para normalizar las relaciones internacionales, "quedan algunos países que, lógico, van a tomar su tiempo" para que reconozcan al Gobierno de Lobo.
"Lo han mencionado Ecuador y Nicaragua (ambos miembros de la ALBA), que todavía hay renuencia de aceptar el voto popular que tuvo el presidente Lobo", apuntó.
Canahuati dijo que la invitación de la UE para que Honduras vuelva a la negociación del Acuerdo de Asociación con Centroamérica, paralizada por la crisis generada por la destitución de Zelaya, refleja "una actitud diferente por parte de los amigos de Europa".
Destacó "puntualmente el caso de España, (que) siendo el hermano mayor estuvimos distanciados cierto tiempo, pero el hecho de que estemos negociando este tratado de libre comercio bajo la presidencia (de la UE) de España (...), da a conocer el interés de España de no solamente reactivar la parte económica sino la parte política".
El Gobierno de Lobo también acelera los acercamientos con Brasil, cuya relación con Honduras fue suspendida por la presencia de Zelaya en la embajada de ese país en Tegucigalpa durante más de cuatro meses.
Canahuati indicó que "la idea es ya restablecer por lo menos la parte diplomática" y, para ello, está en conversaciones "para buscar la forma de poder formalizar la relación con el canciller (Celso) Amorim y lógicamente con los representantes de Brasil en Honduras".
Honduras también busca reincorporarse al Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) y a programas específicos que "nos unen" como el Proyecto de Integración y Desarrollo de Mesoamérica (antes llamado Plan Puebla-Panamá) y el Sistema de Interconexión Eléctrica de los Países de América Central (SIEPAC), dijo.
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