PARADA MILITAR BICENTENARIO EJERCITO DE CHILE 2010

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martes, 2 de febrero de 2010

ECUADOR: MARXISMO Y PACTO DE SANGRE

Mientras Chávez abrazaba el marxismo, sin haber leído siquiera El Capital, el Presidente ecuatoriano celebraba sus 3 años en el poder con un llamado a sus partidarios para la realización de un “pacto de sangre”, advirtiéndoles que nadie más debía abandonar el barco. Inclusive les llegó a decir que podrían permanecer 300 años en el poder, si permanecían unidos.
¿Cómo se debe interpretar el compromiso tardío de Chávez con el marxismo y el desesperado llamado de Correa a sus correligionarios para que no se bajen de la camioneta?. ¿Fueron peroratas propias de unos gobernantes seguros y consolidados en el poder o de unos presidentes que presienten que se acerca el final de su aventura revolucionaria?.
A los 12 años de haber iniciado el peor gobierno en la historia de Venezuela, Chávez se proclamó, por primera vez, marxista. Reconoció no haber leído El Capital, la obra cumbre de Carlos Marx. Es fácil suponer que tampoco leyó el Manifiesto Comunista de Federico Engels. ¿Qué dirán los marxistas de verdad, aquellos que han pasado años de años estudiando los fundamentos del materialismo dialéctico y del materialismo histórico, del nuevo miembro de la fraternidad?. Lo menos que dirán del dictador venezolano es que se trata de un ignorante o de un oportunista.
Los cristianos tenemos la Biblia. Es nuestro libro de libros. A la edad de Chávez, se presume que un cristiano ha leído gran parte del Nuevo Testamento y los pasajes más importantes del Antiguo Testamento.
El recientemente proclamado marxista venezolano, a sus 56 años de edad, ni siquiera ha abierto las primeras páginas de El Capital. A pesar de ello se autoproclamó marxista de los pies a la cabeza. ¡Qué audacia!.
Marx elaboró, después de todo, un proyecto político para los proletarios. Diseñó el camino para que se instaurara la dictadura del proletariado, como paso previo al advenimiento de la sociedad comunista.
Si el célebre Marx se levantara de su tumba encontraría que, en Venezuela, los proletarios han desaparecido y en su lugar han proliferado masas de pobres, junto a multimillonarios cercanos al poder. Chávez ha destrozado a los sindicatos obreros y a las empresas privadas que les daban trabajo.
Chávez Mutó del socialismo del siglo XXI al marxismo en medio de apagones, cortes de agua potable, protestas sociales y popularidad en descenso.
No le importó que Carlos Marx haya dicho que Simón Bolívar fue un oportunista y canalla.
Después de haber sido abandonado por Acosta, Falconí, Gallegos, Vallejo, Larrea y el inefable Fabricio, el Presidente Correa les instó a sus correligionarios para que hagan un pacto de sangre.
En las pandillas es común que sus miembros hagan pactos de sangre para evitar traiciones y delaciones. En la “familia” de Vito Corleone, según cuenta Mario Puzo en su libro El Padrino, se solían hacer pactos parecidos a los pactos de sangre para impedir que se vayan los que habían ingresado.
A pesar de lo que diga Fabricio, el régimen no es ni una pandilla ni una de las “familias” del novelista Mario Puzo.
¿Por qué utilizó el Presidente la metáfora del pacto de sangre?.
Posiblemente, porque advirtió que había otros personajes de la revolución ciudadana que iban a seguir el camino recorrido por los que ya se fueron y no se les podía permitir que se bajaran de la camioneta. 
Otra posibilidad es que, en medio de un evidente desgaste popular y un inesperado resurgimiento de combativos opositores sociales y políticos, necesitaba cerrar filas para enfrentar las amenazas de una oposición movilizada.
En cierta manera, se justifica su llamado al pacto de sangre entre él y sus partidarios. Lo que estuvo demás fue su anuncio de dar vida a su proyecto político por 3 siglos. ¿Se olvidó de la historia un gobernante tan bien informado o fue una simple tomadura de pelo?. Imagínemos, 300 años de socialismo del siglo XXI, en el Siglo XXIV. ¿No es una cantinflada?.

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