Antes que la nota firmada por el brigadier Moretti Bermudez, jefe de Comunicación Social de la Fuerza Aérea Brasileña (desaconsejada tiempo atrás por el Gobierno), fuese publicada referente a la evaluación que hizo la institución sobre los tres candidatos a proveer a 36 aeronaves de combate de cuarta generación, sus conceptos fundamentales ya habían llegado a la prensa y publicada hasta en este mismo blog . En esencia, la FAB se inclina por el Saab Gripen NG en primer lugar, por el Boeing F-18 Super Hornet en segundo puesto y, por último, el Dassault Rafale, considerando el precio y la transferencia tecnológica como unos de los principales capítulos para la decisión. Embraer también habría pesado en el requisito de intercambio tecnológico a favor del avión sueco, sobre cuyo desarrollo conjunto Saab invitó al fabricante brasileño a coparticipar y vender conjuntamente a algunos interesados, como Colombia.
Aeroeletrónica, empresa que suministraría gran parte de la aviónica, desmintió a fines de diciembre que se inclinara por algún pretendiente, ya que si bien estaría muy interesada en participar en el diseño del Gripen NG brasileño, las compensaciones económicas de hacerlo con el Rafale serían más que apreciables. El ministro de defensa, Nelson Jobim, admitió haber interferido con las actividades de la comisión especializada en el tema por la FAB, que le había informado de su parecer a grandes rasgos, pero no de forma decisiva, aunque desde el propio primer mandatario, el oficialismo había expresado su absoluta simpatía hacia el Rafale.
La situación parece ser tensa, pues a este diferendo, se suman algunas figuras más radicales del gobierno, con el Ministro de Justicia -y jefe supremo policial- Tarso Genro como referente, que proponen derogar la amnistía otorgada a los militares al reinstaurarse la democracia en los años ochenta, la cual posibilitó la pacificación nacional y que ningún uniformado fuese juzgado, al menos penalmente. Si estas dos situaciones perduran, los tres máximos jerarcas militares ofrecerían renunciarían a sus cargos
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