Según el embajador ruso en Bolivia, Leonid Golubev, esa Federación está en condiciones de modernizar el armamento y equipos militares de las Fuerzas Armadas de la nación sudamericana a partir de un compromiso de crédito acordado en Moscú entre los presidentes Evo Morales y Dimitri Medvedev a mediados de febrero pasado. Dijo textualmente, en una entrevista con el periódico boliviano La Razón, que todo lo que pide el Gobierno de Bolivia, nosotros estamos dispuestos a cumplir. Podemos decir que el Ejército boliviano va a estar bien modernizado y va a responder a los países que lo rodean. El crédito, a que refiere el embajador es de aproximadamente 150 millones de dólares.
Sobre el tipo de armamento y equipo logístico que Bolivia estaría tramitando, Golubev señaló que el Ejército boliviano elaboro una lista con sus requerimientos, los detalles de los cuales no fueron revelados. El ministro de Defensa, Walker San Miguel, afrimó de forma separada que el acuerdo con Rusia es un convenio genérico que merece analizar prioridades, como el equipo de logística, pero también se solicitó material bélico, ya que las Fuerzas Armadas han sido descuidadas los últimos diez años. Según la agencia rusa de noticias Interfax, el convenio de cooperación militar, firmado por Morales y Medvedev, incluiría inicialmente la comprande helicópteros Mi-17.
Tras una reunión que hubo en Moscú a principios del mes de junio entre el vicecanciller boliviano Hugo Fernández y la empresa estatal Rosoboronexport estimó que se podrían facilitar a Bolivia unos 20 helicópteros de este y otros modelos. El acuerdo entre Rusia y Bolivia, un país estrechamente ligado con el régimen de Hugo Chávez en Venezuela, que también proporciona ayuda militar importante al país andino, ha causado preocupación en los países vecinos, sobre todo en Paraguay, su adversario en la Guerra del Chaco de 1932-35, cuyas propias Fuerzas Armadas padecen de un carencia casi total de material moderno después de más de veinte años de descuido desde la caída de la dictadura militar de Alfredo Stroessner, a principios de 1989
Sobre el tipo de armamento y equipo logístico que Bolivia estaría tramitando, Golubev señaló que el Ejército boliviano elaboro una lista con sus requerimientos, los detalles de los cuales no fueron revelados. El ministro de Defensa, Walker San Miguel, afrimó de forma separada que el acuerdo con Rusia es un convenio genérico que merece analizar prioridades, como el equipo de logística, pero también se solicitó material bélico, ya que las Fuerzas Armadas han sido descuidadas los últimos diez años. Según la agencia rusa de noticias Interfax, el convenio de cooperación militar, firmado por Morales y Medvedev, incluiría inicialmente la comprande helicópteros Mi-17.
Tras una reunión que hubo en Moscú a principios del mes de junio entre el vicecanciller boliviano Hugo Fernández y la empresa estatal Rosoboronexport estimó que se podrían facilitar a Bolivia unos 20 helicópteros de este y otros modelos. El acuerdo entre Rusia y Bolivia, un país estrechamente ligado con el régimen de Hugo Chávez en Venezuela, que también proporciona ayuda militar importante al país andino, ha causado preocupación en los países vecinos, sobre todo en Paraguay, su adversario en la Guerra del Chaco de 1932-35, cuyas propias Fuerzas Armadas padecen de un carencia casi total de material moderno después de más de veinte años de descuido desde la caída de la dictadura militar de Alfredo Stroessner, a principios de 1989
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