*Victor Hugo Malagón, economista, especialista en política y relaciones internacionales, y profesor universitario.
Es comprensible que sea noticia, que un dictador de más de ochenta años de edad y que hasta hace poco se encontraba al borde de la muerte, aparezca en la plaza pública para dar un discurso de contenido político y moral, definitivamente es una noticia que llama la atención de la opinión pública por su particularidad y surrealismo (casi de Realismo Mágico), lástima que el realismo mágico de nuestro premio nobel no vaya a contar nunca este inverosímil y vergonzoso capítulo de la historia de América Latina.
Sólo la realidad supera la ficción, y este caso del dictadorzuelo caribeño bien ameritaría una novela; pero no para hacer apología de la dictadura de izquierda sino para denunciar ante la historia los abusos, excesos, irracionalidades y, por encima de todo, la supresión de la LIBERTAD en ese bello rincón del Caribe. Ver al tirano anciano y enfermo, intentando balbucear ideas y consignas por la paz, contra posibles enfrentamientos nucleares, bien pudiera generar hasta cierta ternura y consideración, que desaparecen de inmediato cuando recordamos la actitud beligerante y sanguinaria con la que el dictador sometió a su isla tropical a una de las más largas esclavitudes absolutistas que recuerde nuestro continente, sin embargo, tiene aún hoy el descaro de salir a hablar a la plaza pública como si lo hiciera con autoridad y, lo que es peor, siendo aplaudido y hasta admirado por jóvenes estudiantes de América Latina y por aquellos “mamertos de estrato 6” cuyas arengas hoy suenan tan nostálgicas como trasnochadas y a quienes tantas líneas he dedicado en esta tribuna.
Lo que debería ser noticia es que, después de tanto abuso y transgresión de las libertades mínimas, el tirano aún tenga seguidores y admiradores incluso en altos funcionarios de distintos gobiernos que lo alaban y al mismo tiempo desprecian con arrogancia a los movimientos de oposición y de resistencia civil que lo único que piden es verdadera democracia y LIBERTAD; ¿es mucho pedir, que en pleno siglo XXI, un pueblo valiente luche por su Libertad?, ¿que un pueblo valiente pida el fin de la tiranía comunista y su retorno a la democracia liberal?, ¿dónde están muchos que se dicen liberales, pidiendo la libertad de este pueblo hermano oprimido? Eso sí es noticia, pero muchos medios de comunicación deciden mirar hacia otro lado y prefieren poner en primera página, una vez más, al dictadorzuelo echando discursos y arengas. Por fortuna ya no somete a su pueblo a discursos de más de 8 horas, sino que con una falsa prudencia decide sólo arengar por 45 minutos… Como de novela latinoamericana, ¿o no?
No hay comentarios:
Publicar un comentario