Lo dijo el presidente Hugo Chávez en una de sus columnas de prensa antes de fin de año: 2010 será el año de la "radicalización" de los cambios hacia el socialismo en Venezuela.
"Radical no es más que eso: el que va a las raíces. No se llame radical quien no vea las cosas en su fondo", dijo el mandatario.
Si alguien está llamado a la tarea es la Asamblea Nacional, que este martes abrió período de sesiones con el reto de "reimpulsarse cada día", según dijera Chavez en su artículo. Y una serie de leyes esperan en la "línea de producción" para hacer realidad el "socialismo del siglo XXI".
"Ya tenemos un piso, una base de leyes para plantear un nuevo modelo en la sociedad venezolana, en lo económico, en lo social y en lo organizacional. En esa dirección vamos a seguir", dijo el ex primer vicepresidente de la Asamblea, el oficialista Saúl Ortega.
"Radicalización significa que en todas las áreas vamos a profundizar el socialismo. Con leyes con mayor contenido revolucionario, que traigan un mayor avance en el proceso marxista, que entiendan que hay una lucha de clases", dijo su copartidario Carlos Escarrá.
En la línea de producción
Algunos de estos instrumentos jurídicos que se espera sean abordados en el actual período de sesiones incluyen la Ley de Propiedad Social – "directa" o "indirecta", administrada por el Estado, que coexistirán con la propiedad privada que según el articulado legal, tiende a ser absorbida por la propiedad "comunitaria". La Ley del Trabajo, que se espera reduzca la jornada laboral, entre otras innovaciones, y la Ley del Poder Popular.
Pero en la balanza hay otro elemento crucial: el 26 de septiembre hay elecciones parlamentarias, en las que la oposición espera subvertir el orden de cosas y equilibrar las fuerzas.
La misión la resumió así el primer vicepresidente saliente, Saúl Ortega: "tenemos que entregar una mayoría soberana pero sin dejar la responsabilidad de legislar para nuestro pueblo".
Quizás por este doble objetivo, la sesión de este miércoles se convirtió en un maratónico intercambio de discursos, en las que la mayoría oficialista y la minoría opositora se disputaron quién cuenta con el mayor apoyo en la calle, quién le dará una paliza a quién en septiembre y quién entiende mejor el sentir popular.
Ganar y legislar
A juzgar por algunos estudios, algunas de las leyes propuestas podrían terminar convirtiéndose en terrenos peligrosos para el grupo oficialista que aspira a mantener su condición mayoritaria.
Por ejemplo, un sondeo de la encuestadora más utilizada por el gobierno (conocida como el IVAD) dijo en julio pasado que un 65% de los venezolanos prefieren la propiedad privada frente a un 30,7% que simpatiza con la idea de la propiedad social y comunitaria.
De ahí que la interpretación que la oposición hace de la anunciada radicalización tiene carácter negativo. "Será la radicalización de los antivalores en una sociedad que no tiene rostro humano, sino un rostro personal, de proyección de Chávez dentro y fuera de Venezuela", dijo la diputada disidente Pastora Medina.
"Vendrá en la forma de apoderarse de las tierras que quedan, de seguir cerrando empresas, en un país donde se factura la disidencia hasta con la muerte", añadió.
No hay comentarios:
Publicar un comentario