FUERZA ARMADA NACIONA BOLIVARIANA: SOCIALISMO, ARMAS Y GUERRA

Ante la prominencia de las fuerzas militares en nuestro país, y en estos tiempos de conflictos y carreras armamentistas en la región, Reporte 360 consultó a la presidenta de la organización Control Ciudadano, Rocío San Miguel, sobre sus estimaciones para el 2010 en materia castrense

“La Fuerza Armada Nacional constituye una institución esencialmente profesional, sin militancia política, organizada por el Estado para garantizar la independencia y soberanía de la Nación y asegurar la integridad del espacio geográfico, mediante la defensa militar, la cooperación en el mantenimiento del orden interno y la participación activa en el desarrollo nacional, de acuerdo con esta Constitución y la ley. En el cumplimiento de sus funciones, está al servicio exclusivo de la Nación y en ningún caso al de persona o parcialidad política alguna. Sus pilares fundamentales son la disciplina, la obediencia y la subordinación. La Fuerza Armada Nacional está integrada por el Ejército, la Armada, la Aviación y la Guardia Nacional, que funcionan de manera integral dentro del marco de su competencia para el cumplimiento de su misión, con un régimen de seguridad social integral propio, según lo establezcan sus respectivas leyes orgánicas”.

Así reza la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en su Título VII De la seguridad de la Nación, Capítulo III De la Fuerza Armada Nacional, Artículo 328, sin embargo pareciera que algunos de esos principios básicos, de la institución castrense han sido olvidados, o al menos quedaron como letra muerta en la carta magna.

Una fuerza armada, sin militancia política es lo que no habrá para el venidero año. Habrán mayores recursos para la posible adquisición de armas; se comprarán fusiles “Dragunov”, aquellos que usan las unidades de francotiradores, -con las cuales Venezuela no cuenta de forma importante- también se incorporarán más hombres a la custodia presidencial; y además, el componente militar se preparará para la guerra en pro de la paz, como el mismo Ejecutivo Nacional ha dicho en reiteradas oportunidades.

En el presupuesto de la nación para el 2010 está contemplada la inclusión del “Socialismo del Siglo XXI”, ideología promovida por el Primer Mandatario y su partido de gobierno, como fundamento y dentro los objetivos de las Fuerzas Armadas Bolivarianas. Esta situación a juicio de la Presidente de Control Ciudadano para la Seguridad, la Defensa y la Fuerza Armada Nacional Rocío San Miguel, es la configuración de la politización de las fuerzas militares del país, en un franco desconocimiento de las leyes.

Se trata de un detalle “altisonante”, que bien da cuenta, o al menos permite prever las posibles transformaciones que sufrirán las Fuerzas Armadas Bolivarianas a partir del venidero año.

Armas, todas las que el excedente permita

La planificación de los recursos en lo que se refiere a la adquisición de armas no está clara para el 2010. Se desconoce cuánto se tiene previsto invertir. Lo que si pareciera seguro es que el gasto en ellas se hará, en razón del incremento del presupuesto de seguridad y defensa ante posibles amenazas bélicas.

En relación con lo destinado para seguridad ciudadana, se usará siete veces más dinero para un conflicto armado.

A lo anterior se le suman los compromisos ya adquiridos con proveedores tales como China, Rusia, Bielorrusia e Irán, los cuales deben ser cumplidos, y obviamente están contemplados en la planificación de los recursos.

Explicaba San Miguel que de seguro la posible compra de material bélico, se realizará a través de los excedentes de la renta petrolera.

Vale mencionar que se calculó un presupuesto con el barril de petróleo a 40 dólares, y según estimaciones de especialistas los precios del mercado rondarán los 75 dólares por barril de crudo. Es decir, quedarán 35 dólares bajo el control directo del Ejecutivo Nacional. Ante lo que se presume que el ámbito armamentista estará supeditado a la discrecionalidad del Presidente, y de los precios del denominado “oro negro”.

Vientos de guerra

Hay que prepararse para la guerra, si quieres la paz. Más o menos así dice el popular proverbio, y de este se ha hecho eco el presidente Chávez ante los conflictos diplomáticos con el vecino país de Colombia.

Unas muy deterioradas relaciones entre el presidente colombiano, Álvaro Uribe, y Chávez se han traducido en la construcción de un discurso “guerrerista”, desde Venezuela. Mientras que Colombia pareciera estar más concentrada en otros asuntos.

Por otro lado, algunos sectores nacionales aseguran que estos “vientos de guerra” no son más que simples “trapos rojos” con el fin de disimular la insurgencia paramilitar y de grupos guerrilleros, en la zona fronteriza de los estados Táchira y Zulia, que se ha venido expandiendo hacia otras entidades, según se conoce extraoficialmente.

En lo que se refiere a la frontera, las problemáticas son variadas: el narcotráfico, la explotación ilegal de minerales, la pérdida de territorio, entre otras situaciones que aún no son de conocimiento público, se presentan como elementos a los que sin duda el Gobierno Nacional deberá ponerle la lupa durante el 2010.

A final de cuentas el venidero año, no dejará de ser álgido: un proceso electoral se avecina, la recesión mundial comienza a sentirse en Venezuela, la inseguridad se roba los titulares cada semana y el papel de las FANB, sin duda no podrá ser opacado en un país en el que pareciera respirarse cultura militar.