BOLIVIA: INTENTANDO CONSTRUIR UN PODER MILITAR

Cuando la tendencia para comprar armas en A. Latina llaga a gastos de US$50 mil millones, al parecer ningún gobierno quiere quedarse atrás en el proceso de modernización militar, menos cuando tiene equipos fabricados en los años 60 y 70.

Tal es el caso de Bolivia, país que tras la llegada al poder de Evo Morales en 2006 apuró un proceso de renovación de sus capacidades militares, pero que todavía tiene un largo y dificil camino para alcanzar a sus vecinos.

Con la reciente firma de una línea de crédito con Rusia por US$100 millones, el Palacio Quemado pretende proporcionarle a sus filas la instrucción adecuada y necesaria con armas modernas. En estos momentos un aviador boliviano opera con naves T-33, fabricadas hace 40 años, mientras que un oficial de blindados boliviano ocupa tanques SK-105 (Tanque ligero austriaco) o M-9, de los años sesenta.

Tanque austriaco SK-105 de la decada de los setenta, aún en servico en el ejercito boliviano.

PROBLEMAS

Últimamente, las negociaciónes de material de guerra no han sido del todo exitosas para Bolivia. En los 90 se acordó con China la entrega a la Paz de cañones. misiles antiaéreos, fusiles y granadas. Sin embargo, en el 2005, 41 cohetes fueron destruidos en EEUU luego que se acordara que eran un peligro al no tener el mantenimiento adecuado (las capcidades logisticas de los ejercitos boliviano y peruano son su gran talon de aquiles) El hecho, calificado por Morales de irregular, causó la salida del alto mando militar en 2006, y enfrío las relaciones con Beijing.

En Marzo pasado Washington, un ex socio clave del Ejecutivo boliviano, vetó la venta se seis aviones L-159 de fabricación checa, pero de componentes norteamericanos. Por ende, para Morales obtener un buen trato con Moscú es fundamental.

Si bien todavía se trata de un acuerdo genérico, las últimas compras promovidas por Evo dan luces de sus posibles exigencias a Rusia.

En conjunto con el Minsiterio de Defensa, las prioridades de la presidencia apuntan a obtener material de la industria pesada militar para atender tareas duales, es decir, también de emergencias civiles.

Desde 2006 se ha gastado en distintos aviones de transporte: un Convair CL-66, otros tres de modelo BAE 146, y otro de tipo DC-10. A España le compro otras tres naves Aviocar C-212, y casi cincuenta vehículos entre jeeps, buses y camiones militares. Y logro que Francia le venda dos helicópteros Eurocopter AS-350.

En esa línea y dispuesto a despejar dobles lecturas, desde que se supo del contrato con Rusia, Walker San Miguel, titular del aérea, se esmero en aclarar que Bolivia es un país "pacifista por convicción".

De todas formas se escucharon sonidos de alarma en Paraguay. El gobierno de Fernando Lugo exigió a Bolivia una declaración sobre el convenio con Rusia. En asunción ya se pide al ejecutivo una reorganización similar de su Ejército, que al igual que el boliviano, esta obsoleto.

El consultor Paraguayo Enrique Chase manifestó que la explicación para este fenómeno de rearme "viene como consecuencia de lo que está pasando en países como Venezuela y Ecuador, que forman un bloque de militarización en toda la región extrapolándolo a otros países. eso es lo que preocupa de sobre manera".

Aparte de la influencia extranjera, en Bolivia localmente pesa también un factor político.

Ya que según otras miradas, tal modernización bélica es un respuesta de retribución a sus FFAA, las que se han mantenido fieles a Morales.