La AEB (Agencia Espacial Brasileña) busca un consorcio de empresas privadas para financiar la construcción del satélite geostacionario nacional que permitirá al país la autonomía en materia de comunicaciones militares, entre otras.
El contrato se establecerá por medio de una fórmula PPP (partenariado público-privado). De esta forma, la agencia espera evitar que la escasez de recursos y los cortes presupuestarios puedan entorpecer la marcha del proyecto entendido como estratégico, según recoge la publicación Folha de S. Paulo.
El coste para la construcción del satélite ronda los 600 millones de dólares, un valor que representa más de dos veces el presupuesto medio anual de la AEB (260 millones, desde 2005).
Su desarrollo cuenta con la ayuda de las agencias espaciales rusa (Roskosmos) y francesa (CNES). Se estima que, siguiendo la planificación prevista, el satélite estará en funcionamiento en cinco años.
"Sabemos que el presupuesto del programa espacial es muy difícil de acomodar a un corto plazo como el de este proyecto. Por ello, la gente necesita alternativas. Una de ellas es justamente un consorcio público privado", manifestó el director de Satélites, Aplicaciones y Desarrollo de la AEB, Thyrso Villela.
De acuerdo con esto, el Gobierno, por mediación del Ministerio de Planeamiento, ha realizado un llamamiento a las empresas interesadas en realizar un estudio que debe contar con las viabilidades de un PPP para la construcción del satélite. Sólo después, el Gobierno debe comenzar a contactar con organizaciones dispuestas a invertir en el proyecto.
"(El PPP) garantizaría los recursos para que el proyecto siga adelante. Después de dos estudios, vamos a ver la viabilidad desde el punto de vista tanto del Gobierno como de las empresas", afirmó Villela.
El satélite geostacionario, de acuerdo con Villela, será empleado en áreas de meteorología, pues permite una observación contínua de una determinada región, comunicación del Gobierno (Ministerios, Policía Federa, etcétera) y comunicaciones militares.
Brasil ya tiene un satélite geostacionario, pero perdió el control sobre el mismo tras la privatización de Embratel. Hoy el país alquila satélites, incluso para las comunicaciones militares.
Para el ingeniero aeronáutico y presidente de la AAB (Asociación Aeroespacial Brasileña), Paulo Moraes Junior, un PPP es una buena salida para garantizar la continuidad del proyecto. "Me parece la solución idea, pues la iniciativa privada es más agil que el Estado. Pero mientras que el Estado controle ese consorcio, es decir, mantenga el control sobre el satélite, pues son comunicaciones militares, de seguridad.
En cuanto a la definición de la contrapartida que una empresa puede obtener con el PPP, de acuerdo con Moraes Junior, entre las posibilidades está la explotación de canales de transmisión de informaciones, o la venta del servicio para empresas en el área de telefonía, Internet y televisión.
El contrato se establecerá por medio de una fórmula PPP (partenariado público-privado). De esta forma, la agencia espera evitar que la escasez de recursos y los cortes presupuestarios puedan entorpecer la marcha del proyecto entendido como estratégico, según recoge la publicación Folha de S. Paulo.
El coste para la construcción del satélite ronda los 600 millones de dólares, un valor que representa más de dos veces el presupuesto medio anual de la AEB (260 millones, desde 2005).
Su desarrollo cuenta con la ayuda de las agencias espaciales rusa (Roskosmos) y francesa (CNES). Se estima que, siguiendo la planificación prevista, el satélite estará en funcionamiento en cinco años.
"Sabemos que el presupuesto del programa espacial es muy difícil de acomodar a un corto plazo como el de este proyecto. Por ello, la gente necesita alternativas. Una de ellas es justamente un consorcio público privado", manifestó el director de Satélites, Aplicaciones y Desarrollo de la AEB, Thyrso Villela.
De acuerdo con esto, el Gobierno, por mediación del Ministerio de Planeamiento, ha realizado un llamamiento a las empresas interesadas en realizar un estudio que debe contar con las viabilidades de un PPP para la construcción del satélite. Sólo después, el Gobierno debe comenzar a contactar con organizaciones dispuestas a invertir en el proyecto.
"(El PPP) garantizaría los recursos para que el proyecto siga adelante. Después de dos estudios, vamos a ver la viabilidad desde el punto de vista tanto del Gobierno como de las empresas", afirmó Villela.
El satélite geostacionario, de acuerdo con Villela, será empleado en áreas de meteorología, pues permite una observación contínua de una determinada región, comunicación del Gobierno (Ministerios, Policía Federa, etcétera) y comunicaciones militares.
Brasil ya tiene un satélite geostacionario, pero perdió el control sobre el mismo tras la privatización de Embratel. Hoy el país alquila satélites, incluso para las comunicaciones militares.
Para el ingeniero aeronáutico y presidente de la AAB (Asociación Aeroespacial Brasileña), Paulo Moraes Junior, un PPP es una buena salida para garantizar la continuidad del proyecto. "Me parece la solución idea, pues la iniciativa privada es más agil que el Estado. Pero mientras que el Estado controle ese consorcio, es decir, mantenga el control sobre el satélite, pues son comunicaciones militares, de seguridad.
En cuanto a la definición de la contrapartida que una empresa puede obtener con el PPP, de acuerdo con Moraes Junior, entre las posibilidades está la explotación de canales de transmisión de informaciones, o la venta del servicio para empresas en el área de telefonía, Internet y televisión.
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