INTRODUCCION:
El presente análisis de la actual administración de
1.- ANALISIS INTERNO
Sobre la realidad chilena se han generado en forma aislada, casi compartimentada y desde ámbitos demasiado específicos y particulares, diferentes estudios y análisis sin que exista a nivel gubernamental, político o de centros de estudios político dirigente con capacidad de reacción, alguna acción concreta destinada y a raíz de sus conclusiones, de implementar alineadamente los debidos cauces por donde conducir los destinos de la nación y menos de conformar un ideario central, un rutero de la nación para las próximas décadas. Donde solo se ha establecido a través de los programas de gobierno de los diferentes gobiernos electos de la coalición Concertación de Partidos por
Chile desde hace ya varios años da la sensación de trastabillar sin un norte claro. Sobre todo en lo solución de problemas puntuales que son altamente sensibles para la población, la cual otorga su grado de rechazo o apoyo a
Chile ha cambiado. Que duda cabe, eso es objetivamente una realidad. Las costumbres de hacer política, su economía, infraestructura, su forma de medirse a si misma valórica y moralmente como sociedad, como también el juicio que se hace frente a su historia reciente. En donde ha evolucionando hacia innovadoras posiciones de aceptación de posturas mas modernas de corte valórico y reformas hacia el surgimiento del deseo de primacía del género femenino, acompañadas de reivindicaciones especificas en diferentes ámbitos, las cuales han marcando la agenda legislativa de Bachelet. Se observa que dentro del periodo de gobierno de Bachelet este movimiento mas progresista no se presenta como una natural consolidación de las aspiraciones principales, urgentes y gravitantes para el gran electorado. Si no que es percibido como la realidad capsular en la que se presenta dicha gobernante, en donde el acento puesto por ella en la propuesta de reformas legislativas o promulgación de leyes directamente dirigidas a entregar medidas, herramientas y protecciones al genero femenino, sitúan el debate en una especie de guerra no declarada entre géneros, ya que la sociedad, el ciudadano común no percibe estas medidas como la solución a los problemas que enfrenta, de espectro y raíz más amplios. Percibe a la mandataria evitando tácticamente afrontar y referirse a los problemas que enfrenta su administración.
Desgraciadamente este cambio y evolución de la sociedad chilena no le ha permitido a la clase dirigente política adquirir la capacidad de análisis y reflexión para comprender y dirigir desde una posición y mirada en lo alto del silencio del proceso reflexivo, absolutamente necesario para adquirir la noción de hacia donde se dirige como país, como sociedad. Una visión y norte claro para conducir sus destino, en forma precisa, proactiva, tenaz y realmente modernizadora. Ya que la clase política perteneciente a la colación gobernante carece mayoritariamente de esa visión que le permitiría posicionarse regionalmente en condiciones más favorables a las actuales. Y principalmente, solucionar los problemas que arrastra internamente.
Hoy en día Chile se puede observar como una nación dirigida durante toda la administración Bachelet, como un gobierno sin un destino auto generado que haya sido meridianamente claro, intentando avanzar interna y exteriormente proyectando una imagen, cierta o no, pero presente en la visión de los diferentes observadores nacionales e internacionales del país, como carente de una conducción diestra, apoyada en una sólida visión de estadista, clara en sus decisiones. En donde
Si bien es cierto los macro-índices económicos son objetivamente buenos hasta antes de la crisis económica mundial, considerando su PIB, y tamaño de su capacidad productiva industrial, dichos índices en la realidad no son palpables concretamente por la ciudadanía, que solo a través de un alto grado de sobre endeudamiento crediticio satisface sus necesidades de consumo, incluso básico. Donde la tasa anual en las tarjetas de crédito llega alrededor del 35%. Existiendo en la sociedad chilena una dicotomía de la sanidad económica, en donde el gran capital goza y percibe dichos parámetros positivos en contra posición de la ciudadanía que no la ve reflejada en su propia economía.
Chile más bien pareciera ser que navega a merced de los golpes de los movimientos sociales y sus propuestas manifestadas la mayoría de las veces en forma mediaticamente negativa, los cuales en ningún caso se presentan dentro de un sano marco de participación ciudadana ofrecido por la era Bachelet y su nueva forma de participación y estilo de gobierno, si no que son observados como un gobierno sujeto y obligado a reaccionar a estallidos sociales violentos. El país incómodamente se ha movido en un vaivén de reacciones urgentes, salidas y recambios de ministros más que a acciones y planes preventivos de anticipación, que podrían haber asegurado una posición más segura y cómoda para la administración Bachelet. Como habría sido la adecuada planificación para abordar con mucha anticipación materias urgentes de la ciudadanía. No olvidemos que Bachelet solo lleva un corto tiempo de gobierno, en términos políticos. Y en el corto periodo las señales que emana, sus centros de atención a los cuales se aboca, sumado a los movimientos y demandas laborales y sociales en proceso auguran escenarios bastante complejos para el próximo gobierno, dado que ha sido implantado un estilo de relacionarse con el gobierno de fuerte presión social. Los cuales podrían llegar a niveles de quiebre de la estabilidad política y por ende económica. En donde el riesgo es latente y real.
Producto de las inexistentes y adecuadas políticas económico-sociales que no se implementaron en su debido momento durante los años de gobierno de
Sin embargo la oposición ha demostrado en los años recientes que ciertos sectores de las áreas de la derecha mas cercanas a la centro derecha y de raíz cristiano católica conservadora, poseen un visión y comprensión de la problemática social mas solidaria y llana a trabajar en sus soluciones que los mismos sectores de centro izquierda de la propia Concertación o Nueva Izquierda, pero remitiéndose y abocándose preferentemente a señalar los errores puntuales de su adversario, caso a caso, puntualmente. Reduciendo de esta forma el debate a temas de acontecer diario pero de alto impacto comunicacional minimizando ostensiblemente su posible aporte a la discusión y solución de los problemas de fondo. Demostrada en la carencia de propuestas de soluciones innovadoras, creativas y proactivas. Falta de capacidad de generar movilización social y capitalizar el creciente descontento tanto por la coalición gobernante como por la objetiva falta de eficiencia como gobernante de la actual mandataria. Mirada que le es absolutamente necesaria a la oposición para aspirar a conducir sabiamente los destinos de la nación. Por ello dicha oposición es percibida en todas las encuestas serias en un nivel igual o peor que la actual administración al momento de ser evaluada por la ciudadanía.
Desgraciadamente por una continua, natural, y persistente costumbre de aferrarse al poder por parte de las estructuras políticas que rigen los destinos del país desde el retorno a la democracia, el país ha llegado a la situación de tener como Presidente de Chile a una gobernante, que independiente de su respetable genero y pasado histórico como victima de violaciones de derechos humanos, ha sido elegida principalmente por el hecho de pertenecer a ese genero en particular, ser mujer, empática y abanderada de la coalición que venia gobernando hace años y de forma comprobada desviando dicha coalición recursos del Estado para intervenciones electorales de forma maliciosa en las ultimas contiendas. Cabe señalar que el estrecho margen en las votaciones, segunda vuelta electoral y gran similitud en los lineamientos generales de los programas de gobierno de ambas coaliciones, tanto en la pasada elección presidencial como en la anterior a esta. Demuestran la mono visión y opción de la economía por las que han optado estas dos coaliciones, derivando naturalmente en el desencanto de la ciudadanía en las estructuras de poder como son los partidos políticos y su real eficacia, capacidad y validez como ente y agente social vigente para la solución de los problemas de país. Previéndose el nacimiento a corto plazo de estructuras sociales y movimientos no sujetos a las influencias y control de los partidos políticos, de carácter eminentemente ciudadano y de capacidad de presión efectivo.
Resultando electa la candidata Bachelet, por otra parte, por ausencia natural de lideres de la misma condición con condiciones de empatia y de percepción positiva por la ciudadanía frente al vació de nombres y rostros surgido una vez retirada la presencia fuerte que proyectaba una sensación de seguridad y estabilidad social, sobre todo al empresariado y que aporto la figura del ex presidente Ricardo Lagos. En donde fue mas importante para la mayoría de los integrantes de
Las reivindicaciones sectoriales del genero femenino que han casi monopolizado la producción de propuestas del ejecutivo y sus intervenciones publicas sobre sus propuestas para dicho genero, con bajo impacto positivo en la ciudadanía y deficiente implementación de dichas reformas legales, como también el mal implementado y concepto del Gobierno Ciudadano y la auto complacencia de creer que el desarrollo económico del país, apoyado preferente y fuertemente solo en la exportación de materias primas mas que de productos con valor agregado, seria la base que proyectaría al país en su conjunto a un futuro de igualdad social ha sido un error mas. Es percibida como una apreciación alejada de la realidad. La bonanza económica, los positivos macro índices económicos que aportaron buenos dividendos al estado, mediante recaudación impositiva, precio del cobre, estricto equilibrio fiscal, solo aseguro la tranquilidad de un sector minoritario del país. Sembrando la disconformidad y rechazo ciudadano frente a la distribución de la riqueza que resultara en el escenario por venir antes descrito.
Espacio ilustrativo y especial merece la demostración de la sensación por parte del colectivo común de la incapacidad reflejada por la actual administración y en particular y específicamente de
2.- ANALISIS VECINAL
En el plano geopolítico Chile no ha logrado resolver y superar los problemas limítrofes de carácter histórico con los países con que comparte frontera y a pesar del incremento en las relaciones económicas y culturales con Bolivia y Perú, simpatías y cercanías ideológicas por los movimientos indo izquierdistas que mantiene la actual administración chilena con Bolivia, amén de los esfuerzos de acercamiento a través de un tratado de libre comercio con Perú. Chile se ha mantenido en el fondo del tema, en forma inamovible en la misma postura conservadora y anacrónica que denuncia en sus interpeladores, sin ir a una solución, nuevamente, de fondo y definitiva. La demanda boliviana de salida al mar. Haciendo caso omiso Chile a reconocer que efectivamente si tiene temas pendientes con sus vecinos y que estos si afectan la estabilidad regional. Mirada que desde el núcleo del poder industrial, económico y militar de EEUU, centros de estudios internacionales, de geopolítica y estudios estratégicos es compartido en general el juicio que califica la postura regional chilena como factor de desestabilización posible y latente en esa área de América Latina. Esto sumado al naciente desorden político interno de Chile y el ya declarado caos en Bolivia, se constituye en una arista más a la problemática chilena por los continuos roces en temas de política exterior que mantiene de tiempo en tiempo con los países con que comparte frontera. Así también, pero en un rango distinto, se encuentra pendiente la controversia por la delimitación marítima con Perú. Situación que llevo este último país a Chile ante el Tribunal Internacional de la Haya. Cabe señalar que la constatación en América Latina de la teoría del péndulo en los procesos sociales y políticos, esta vez le ha jugado en contra a Chile. El que se encuentra rodeado de gobiernos en los países vecinos con posturas y visiones económicas izquierdistas de corte populista e indigenista, tanto en lo social como político, muy radicales en sus acciones de transformar el orden constitucional y jurídico en sus respectivos países, con posturas geopolíticas abiertamente anti-norteamericanas. Divorciadas de la corriente democrática y proclives a la conformación, imposición y entrega de la autoridad del estado de derecho a las Asambleas Nacionales y Constituyentes, como por ejemplo en Bolivia y Ecuador que remplazan el orden constitucional entregado por los poderes legislativo y judicial a dichas asambleas. Cosa que Bachelet saluda con abierta simpatía en forma publica. Desde el termino del gobierno militar a la fecha, la política exterior chilena mas que plantearse por un camino propio concordante con las estrategias regionales favorables a sus intereses, se debilito hasta tal punto de solo moverse igual que al interior del país. En donde solo reacciona, no prevé a largo plazo. Haciendo caso omiso a la cuestión de fondo. La administración Bachelet imprimió a la política regional señales de su sello de simpatía hacia dichos gobiernos y sus lineamientos izquierdistas, incluido aún Venezuela, heredado por el paso de la gobernante por movimientos revolucionarios de izquierda de corte maoísta-castrista y marxista por su formación doctrinal en las escuelas de cuadros políticos de
3.- CONCLUCION
Tanto en el ámbito interior como exterior Chile requiere en temas cruciales para su desarrollo y estabilidad, una política sostenida y eficiente en el tiempo, con capacidad de movilidad y adaptabilidad para generar procesos sustentables frente a los escenarios que enfrenta. De implementación eficiente, con mecanismos probados de verificaciones de metas y objetivos país planteados. Entrando en forma decidida a la solución de problemas estructurales de fondo y comandados por una figura presidencial fuerte que aporte cohesión, seguridad, confianza y estabilidad a la ciudadanía a fin de que esta realmente perciba los beneficios de los macro-índices económicos, descomprimiendo la presión de conflictos sociales y la sensación de desgobierno actual, solucionando la carga social histórica interna y de política regional. Solucionándola en periodos cortos de gobierno y perceptibles por el colectivo ciudadano. Con fuerte desarrollo de su capacidad tecnológico-productiva. Apoyándose en equipos técnicos y político altamente proactivos con presidencia de presiones eminentemente político partidistas originadas desde el interior de dichos partidos y que corresponden a copamientos de bases de poder para estos mismos.
Surge así la posibilidad cierta y necesaria, sana, de un recambio profundo y total de la coalición de gobierno como una alternativa viable e interesante frente al creciente descrédito de sus capacidades como gobernante de la mandataria, falta de propuestas y aciertos económicos-sociales de la coalición gobernante y palpables para el ciudadano común y para el electorado. No por las propuestas y accionar de la oposición de estos últimos años, si no por un necesario recambio profesional en los equipos, de las miradas de visión de estado. Recambio necesario y completo de los actuales equipos políticos y de gobierno. El cambio de la coalición actual de gobierno,
Dado las capacidades mostradas o no mostradas hasta el momento por la actual administración, cuestionadas en los hechos por la mayoría ciudadana, el panorama futuro se plantea negativo para
En el ámbito geopolítico regional y vecinal. Un Chile más fuerte y cohesionado internamente deberá enfrentar tarde o temprano la aventura militar de sus vecinos no siendo la pregunta ¿Si Perú, Bolivia-Venezuela desplegaran sus fuerza militares para solucionar sus aspiraciones limítrofes y marítimas? La pregunta en realidad es CUANDO.
@ Ignacio García
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