Al parecer existen dos tipos de guerras que se podrían librar en el futuro cercano en donde seremos testigos, si no pronto, en algún momento cercano, de la enorme e insalvable brecha tecnológica entre las plataformas y sistemas de armas entre el primer y el tercer mundo y/o países en vías de desarrollo.
Mientras vemos que lastimosamente algunas naciones Sud Americanas cuentan con sistemas de misiles tierra-tierra con una antigüedad de hace 40 años, cazas obsoletos con sistemas de armas peligrosamente expirados y fuerzas mecanizadas no integradas, con tecnología propia de la década de los 70´s, como es el caso de Perú. El cual puntualmente cuenta con algunos misiles harpoon (probado exitosamente en alta mar recientemente en la extensión de su campo de radio efectivo, pero a un blanco fijo, no móvil como debería ser en la realidad). Dramático es el caso de Bolivia cuyo ejercito no es efectivo mas que para la contención de desordenes civiles urbanos, ni siquiera para contrarrestar operaciones tácticas de origen subversivo. Ecuador y Venezuela recién esta comenzando a modernizar sus FFAA, pero con entregas efectivas en un par de años.
Frente a esta realidad surge el dramática contraste de la tecnología del poderío militar del mundo desarrollado. La integración de sistemas de observación comunicaciones, inteligencia, comando y control vía canales encriptados de redes satelitales, sumados a tecnología furtiva de quinta generación en sus cazas, sistemas de misiles tierra-aire con radares de baja frecuencia o tecnología ABL (Airborne Laser), parecen hacer ridículos los posibles conflictos armados en Sud América. Algo así como campesinos enfrentándose entre sí a palos y piedras.
Demos un vistazo. Mientras en America Latina las mas avanzadas Fuerzas Aéreas poseen dotaciones de cazas de ataque de cuarta generación como el F-16 o incorporaran próximamente SU 35 (en sus versiones menos completas) como lo es en Venezuela, las potencias de primer orden cuentan hoy en día ya con sistemas furtivos no detectables y sistemas unificados de controles en visores de casco del piloto, incluyendo visión termal e infrarroja subiendo un peldaño mas. Tal es el caso del F 22 Raptor y Dassault Raphael.
El F-22 combina perfectamente un notable diseño con el sigilo supersónico de alta maniobravilidad, doble motor, cubriendo las necesidades de un caza de largo alcance con gran capacidad de combate aire-aire y aire tierra. La aviónica integrada del F 22 le da la ventaja de detección primaria y oportunidad del primer disparo, la capacidad letal de neutralizar chicos malos que garantiza para EEUU el dominio aéreo para los próximos 40 años. De hecho si en un próximo conflicto armado, alguna potencia enemiga de EEUU saca al escenario de combate aéreo algún caza con tecnología furtiva, este ya estará desfasado frente al F-22. Hoy en día los pilotos de combate del F-22 practican juegos de guerra aérea entre ellos, poniendo al máximo a prueba las medidas y contra medidas tecnológicas de sus aparatos. Están desarrollando nueva tecnología de combate y sistemas de armas a partir de la ya existente en sus propias naves.
El equilibrado diseño del F-22 incorpora el máximo rendimiento (velocidad de supercrusero, alta maniobravilidad y aceleración), fiabilidad, mantención, soportabilidad (alta disponibilidad, autosuficiencia y reducción de apoyo logistico), supervivencia (de baja observabilidad o detección), aviónica integrada, guerra electrónica, plataforma de carga útil, óptima bajo costo del ciclo de vida, y alta reducción de costos de su capacidad de despliegue. Dispone de los últimos adelantos tecnológicos, hasta el punto de haber eliminado todos los relojes analógicos de la cabina del piloto, presentando toda la información relevante en cuatro pantallas de CRT proyectables a la mascara del casco del piloto. Es capaz de intercambiar datos vía Wi-Fi al resto de las aeronaves del escuadrón de ataque, enviar las coordenadas de blancos enemigos a mas de 40 km. de distancia y obtenidas via su radar escanner, a un Boeing para activar el ABL (ver detalle mas adelante) o simplemente atorar los instrumentos de vuelo del enemigo y sus sistemas de armas, en el plano de guerra electrónica.
Su extraña planta romboidal, junto con el recubrimiento de losetas con forma triangular, contribuyen a dificultar la detección del radar, dándole capacidad de baja detectabilidad convirtiendo la piel del caza en un radar en si. El avión es un bimotor turbo dotado de empuje vectorial ( por ahora junto al SU-35 y SU-47 Berkut son los unicos en realizar la maniobra "Cobra" en combate aereo). Incorporando el Radar Northrop Grumman AN/APG-77 multi-Doppler con capacidad todo-tiempo, modo cartográfico y 29 modos distintos de exploración y seguimiento de blancos, incluyendo uno nuevo llamado LPI (Low Probability of Interception, Baja probabilidad de intercepción).
El F-22 incorpora los últimos avances tecnológicos en la reducción de observación, la aviónica, los materiales, el rendimiento del motor y diseño aerodinámico. Demostrado en la practica los conocimientos y avances adquiridos gracias al desarrollo del F-15, F-16 y F-117A que formaron las bases para el desarrollo del F-22. Décadas de ensayo, testing y avances tecnológicos.
MAS ALLÁ DE LA QUINTA GENERACIÓN.
Sobrepasando los cazas de quinta generación que hacen ver a sus símiles sudamericanos nuevos o de segunda mano, bastantes indefensos frente a un super caza de alta tecnología, nos encontramos con la incorporación de tecnología ABL a la US Force que comenzara su plena puesta en marcha pronto, en 2010.
El láser aerotransportado (ABL) es el sistema de armas para derribar en el Teatro de Misiles Balísticos enemigos (TBMs), y durante la fase de impulso de vuelo, cualquier tipo de misil. Principalmente en el lanzamiento. Es durante esta fase que los impulsores de los TBM son más vulnerables a la radiación láser. El concepto de ABL pide el compromiso de que el láser debe centrarse a larga distancia sobre la cubierta de los misiles, provocando rotura o daño lo suficiente como para hacer que el misil pierda el impulso o cause una pérdida del control de vuelo sacándolo del objetivo previsto. El avión seleccionado para el sistema es un Boeing 747 modificado-400F (de carga), con un megavatio de láser químico de oxígeno-yodo que opera en el rango infrarrojo a 1,315 micras. Además del láser, ABL llevará un haz de fuego y un sistema de control de dirección de batalla, comando, control, comunicaciones, computadoras e inteligencia identificado como sistema BM/C4I. El sistema de control del haz usa óptica adaptativa para caracterizar y compensar los efectos degradantes de la turbulencia atmosférica en la propagación del haz láser. El rasgo más notable de la aeronave será la bola-torreta en la nariz, que contiene el espejo láser primario apuntando a su objetivo.
Esto es solo una pequeña muestra de lo obsoletas que resultan las FFAA Sud Americanas frente al poderío tecnológico del primer mundo. Sin embargo la evidente ventaja de la asimetría en el contexto de la guerra convencional y la hipótesis de un conflicto bélico entre Chile y Perú, hacen extrapolar que se otorgara la victoria militar al que tenga mayor capacidad tecnológica de anticipación, sigilo, observación y reacción temprana en un escenario tecnológicamente asimétrico entre ambas naciones y ya evidente.
Ignacio García J.
Intelligence and Security
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