El embajador estadounidense en Chile, Paul Simons, afirmo luego de una reunión protocolar con el canciller chileno Mariano Fernández, que “no hay de qué preocuparse sobre el pronunciamiento que debe dar el Congreso de EEUU respecto a la adquisición de una flota de 18 aviones F-16 a Holanda”, compra por un valor de 270 millones de dólares. Dejando así clara la postura determinante en esta operación de la administración Obama, para poder permitir que Holanda cierre finalmente el negocio con Chile. Holanda obligadamente debe contar con la venia norteamericana, productor de los F 16, para poder venderlos a un tercer país.
De esta forma se diluyeron las tratativas de Perú de hacer lobby ante EEUU, para impedir la venia de ese país a la compra de Chile a Holanda, dentro del marco de tensión que existe en Perú por las últimas compras chilenas de tecnología y equipamiento militar de punta, y la demanda marítima presentada por Perú contra Chile ante la Haya. Recalcando el embajador norteamericano que las relaciones entre su país y Chile son excelentes.
Chile alcanzara una flota de 44 caza bombarderos F 16, incluidos los adquiridos de primera mano directamente a EEUU, contando los comprados de segunda mano con el up-grade necesario. Más los cazas Mirage estacionados en las sensibles fronteras del norte de Chile.
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