En términos meteorológicos, la temporada de ciclones en el Caribe ya finalizó. En términos políticos, el cielo encapotado sigue anunciando tempestades: el pasado fin de semana, las agencias de noticias no pudieron ignorar la inusual fuerza de los vientos que soplaron desde La Habana y Caracas cuando, por aparente coincidencia, el Gobierno de Cuba anunció el comienzo del Bastión 2009, una serie de ejercicios y maniobras militares desarrollada en toda la isla con miras a preparar a las tropas para un posible enfrentamiento con los Estados Unidos, y el de Venezuela que instó a sus ciudadanos a unirse a las milicias oficialistas para defender al país de una eventual agresión estadounidense a través de Colombia.
¿Son estos los vientos de guerra de los que se ha estado hablando tanto últimamente?
Bastión 2009
Este sábado (21.11.2009), el general de división Leonardo Andollo, segundo jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), explicó a los medios cubanos que el objetivo del Bastión 2009 es "elevar la capacidad disuasiva para evitar una confrontación militar". El "ejercicio defensivo" tiene lugar entre el 26 y el 28 de noviembre y constituye, en palabras de Andollo, "una necesidad de primer orden ante la actual situación político-militar que caracteriza a la confrontación entre Cuba y el imperio".
Ese mismo día, mientras el presidente colombiano, Álvaro Uribe, aseguraba que seguiría buscando una solución diplomática para el conflicto entre Bogotá y Caracas, su homólogo venezolano, Hugo Chávez, declaraba que los 300 tanques y vehículos blindados, los radares y el sistema de defensa misilística S-300 que encargó a Rusia estaban por llegar. Considerando que militares venezolanos destruyeron dos puentes peatonales que comunicaban a las dos naciones el pasado jueves (19.11.2009), no es de extrañar que las naciones vecinas contemplen la situación con inquietud.
Los aliados de Chávez
"Al presidente Chávez le sacan todo de contexto para desprestigiarlo", comentó el mandatario ecuatoriano, Rafael Correa, agregando que "el problema de fondo no es que Chávez diga 'me preparo para la guerra'; el problema de fondo es que tenemos siete bases norteamericanas en Colombia y eso sí que es una preocupación para toda la región". Ecuador preside actualmente la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), cuya próxima sesión, se celebro este viernes (27.11.2009), reunio en Quito a los cancilleres y ministros de Defensa de sus países miembros para analizar la crisis diplomática entre Colombia y Venezuela.
El viceministro venezolano de Relaciones Exteriores, Francisco Arias, expresó el interés del Gobierno de Caracas en llevar el asunto al seno de la Unasur, una organización en la que sus aliados más fuertes tienen peso. Pero no por eso dejan de tener importancia para Chávez las posibles coaliciones con países menos cercanos geográficamente. Como muestra, un botón: durante este ajetreado fin de semana tuvo lugar en Caracas el I Encuentro Internacional de Partidos de Izquierda.
Reviviendo a la Internacional socialista
En ese foro se dieron cita 120 representantes de partidos provenientes de 39 naciones –incluyendo a los del partido alemán Die Linke– y se pronunciaron a favor de unificar criterios y consolidar una plataforma de acción conjunta en contra el imperialismo y el sistema capitalista, y a favor de una integración económica solidaria de las naciones del mundo. Chávez participó en la sesión del viernes (20.11.2009) y propuso convocar a una V Internacional de partidos socialistas, en el espíritu de la establecida en París en 1938 por partidos seguidores de las ideas de Carlos Marx y Vladimir Lenin.
En el foro, Chávez defendió a figuras controvertidas como Ilich Ramírez Sánchez, ampliamente conocido como Carlos "el Chacal", tildándolo de "luchador de la revolución"; Robert Mugabe, el jefe de Estado de Zimbabue, y Mahmud Ahmadineyad, presidente de Irán, a quienes describió como sus hermanos; e Idi Amin, otrora gobernante de Uganda, a quien dio el beneficio de la duda diciendo: "No lo sé, quizás era un gran nacionalista, un patriota".
Diferencias por resolver
En lo que a las metas de este encuentro se refiere, una gran incógnita permanece abierta. Aunque todos están de acuerdo en que hace falta una instancia que coordine las fuerzas de la izquierda a escala internacional, los allí reunidos representaban a grupos ideológicamente muy disímiles. Está por verse si estos grupos superan sus diferencias fundamentales para sacar esta iniciativa hacia delante
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