La Octava División fue establecida con el propósito de incrementar el poder de combate para afrontar la amenaza que originan los grupos narcotraficantes y de la guerrilla refugiada en Venezuela
El Ejército colombiano activó una nueva división en el este del país, en territorios vecinos a Venezuela y con una cobertura de 243.539 kilómetros cuadrados de cuatro departamentos fronterizos con ese país.
Una de las misiones de la Octava División será la de desarticular las estructuras del "Bloque Oriental" de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el "Frente de guerra oriental" del Ejército de Liberación Nacional (ELN) que actúan en la región, desde sus campamentos en la selva venezolana.
La nueva unidad operativa reúne a un total de 16 mil efectivos y tiene jurisdicción en los departamentos fronterizos de Arauca, Guainía y Vichada, así como en los municipios de Cubará, Pisba, Paya, Labranzagrande y Pajarito en el departamento de Boyacá.
También hará operaciones en el vecino departamento de Casanare, en cuya capital, Yopal, tendrá la sede principal.
El ministro colombiano de Defensa, Gabriel Silva, señaló que la división inaugurada este viernes no tiene que ver con la crisis de relaciones diplomáticas y comerciales con Venezuela.
Esta unidad operativa fue activada en una ceremonia encabezada por los comandante de las Fuerzas Militares y del Ejército, generales Freddy Padilla de León y Óscar González, respectivamente.
A la nueva división fueron asignados efectivos de varias brigadas de la región así como grupos militares especializados en la detección y desactivación de artefactos explosivos.
La Octava División militar colombiana estará bajo el mando del general Javier Fernández Leal, con basta experiencia como comandante en una brigada de selva en el sur del país, entre otros destinos.
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