La actual crisis que viven Chile y Perú, tras la detención de un militar peruano que supuestamente espiaba en beneficio de Santiago, forma parte de un proceso de descomposición de las relaciones bilaterales, opinó el politólogo Rodrigo Alvarez.
En entrevista, el experto chileno en materia de seguridad de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (Flacso) aseguró que "observamos un proceso de descomposición de una relación que viene marcada desde la Guerra del Pacífico (1879-1883)" entre ambos países.
Ese conflicto enfrentó a Chile con una alianza entre Perú y Bolivia y mediante la cual el primer país se anexó el departamento boliviano de Antofagasta, el departamento peruano de Tarapacá y la provincia peruana de Arica, los cuales conserva hasta ahora.
"Creo que el supuesto espionaje marca el fin de la agenda bilateral inteligente y demanda con urgencia una nueva conceptualización de la agenda común para que sea más realista a partir de estos hechos", indicó Alvarez, quien tiene una maestría en Economía Política.
Chile y Perú enfrentan una crisis diplomática luego que en fecha reciente se reveló en Lima que un suboficial de la Fuerza Aérea peruana supuestamente habría realizado labores de espionaje para Santiago a cambio de dinero.
El suboficial de la Fuerza Aérea Peruana Víctor Ariza, quien estuvo destinado en la embajada en la capital chilena, ahora está detenido, tras confesar que entregó información militar confidencial a Chile a cambio de 140 mil dólares.
El gobierno peruano entregó todos los antecedentes del caso a su par chileno, el cual negó la posibilidad de que las Fuerzas Armadas de este país sudamericano realicen tareas de espionaje a las naciones vecinas, pero se comprometió a considerar la información peruana. Este caso se sumó a la demanda contra Chile que presentó Perú ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya para fijar el límite marítimo entre ambas naciones, tema que ya está zanjado por tratados que datan de las décadas de 1940 y 1950.
Lima aseguró a su vez que esos documentos sólo se refieren a asuntos pesqueros y no limítrofes, razón por la que pidió a La Haya modificar el límite vigente para obtener 35 mil kilómetros cuadrados de mar que en la actualidad están bajo soberanía chilena.
Alvarez aseguró que ambas situaciones, la crisis por el supuesto espía peruano y la demanda en La Haya, "ponen fin a la famosa agenda inteligente, una agenda que fue mal conceptualizada" por los gobiernos de los dos países.
"Se sabía que el conflicto y las desavenencias seguirían escalando, por lo que intentar mantener por una vereda la demanda marítima, por otra lo político y por otra lo económico es imposible porque son tres líneas que tienen un sólo punto de llegada", explicó.
Añadió que "aquí hay dos cuestiones que son importantes: el problema de popularidad del presidente peruano Alan García, quien tiene una de las más bajas de América Latina con 26 por ciento, y la compleja situación interna de Perú con miras a los comicios presidenciales".
Recordó que cuatro candidatos que buscan participar en las elecciones de 2011 (Keiko Fujimori, Luis Castañeda, Lourdes Flores y Ollanta Humala) "marcan un porcentaje de adhesión muy similar, aunque Fujimori y Castañeda están por sobre los otros dos".
"En Perú tienen un problema interno muy fuerte, Alan García tiene un problema interno bastante fuerte, a lo cual se suma la política de renovación y modernización militar que emprendió Chile en los últimos años", acotó el también académico universitario.
Mientras el Ejército chileno modernizó sus tanques, la Armada compró nuevos submarinos y fragatas y la Fuerza Aérea adquirió F-16 nuevos y usados para renovar su flota de aviones de combate, adquisiciones que se enmarcan en un plan de modernización de las Fuerzas Armadas.
Alvarez añadió que "cuando haces una comparación, ves a un Perú con una mayor cantidad de material bélico que Chile, pero con una menor capacidad efectiva de eficiencia, hay una superioridad en la capacidad militar chilena".
"El concepto de disuasión, debido a la imposibilidad de Perú de seguir el ritmo de modernización de Chile en materia de renovación de armamento, el concepto de balance, ha desaparecido y la capacidad disuasiva chilena se transformó en una capacidad ofensiva", dijo.
El experto de Flacso puntualizó que "esta situación se produjo no porque haya sido planificada por Chile de esa manera, sino porque Perú no ha podido seguir el ritmo, porque Perú no puede comprar todo lo que ha comprado Chile".
Anticipó que "si la resolución de La Haya es contra Perú, ese país no tiene nada que hacer en términos militares porque no tienen capacidad", motivo por el que el límite marítimo seguirá en los mismos términos actuales.
Advirtió, sin embargo, que Chile "no ha sido tajante en confirmar que la resolución será aceptada si La Haya falla en su contra y ahí está la distinción. Yo no he escuchado a nadie del gobierno chileno decir que si perdemos vamos a aceptar la resolución".