*Jorge Vivanco Mendieta
Los tratos con intermediarios venezolanos de la deuda externa -de los cuales hay (¿o hubo?) un video grabado por iniciativa oficial-; el abuso de las declaratorias de emergencia para firmar contratos multimillonarios a dedo; la insólita adjudicación por orden presidencial de las concesiones a Ivanhoe y el campo Sacha (joya de la corona petrolera); el descubrimiento del sistema de sobornos o coimas a toda clase de funcionarios por la empresa de tragamonedas Invermun, explican en primer momento el increíble calificativo que dio Lucio Gutiérrez; “este gobierno, es el más corrupto desde que la última dictadura militar -1979- entregó el poder”.
En verdad, el ecuatoriano común no logra entender como haya funcionado ese sistema de corrupción en el país practicado por Invermun, en donde se compraban jueces, burócratas de alto y medio pelo, instituciones de control constitucional, miembros del entorno íntimo del poder, elaboración de un listado de burócratas y testaferros intermediarios con un código de identificación para el soborno; desfile de manos sucias que recibían en sobres de papel manila los billetes; “contribuciones” electorales que incluían desde afiches hasta automóviles; institucionalización de los amparos legales para violar la misma ley.
Al gran capo de Invermun lo llaman en Bolivia el “rey de las tragamonedas”, esas máquinas a las que en el colmo del cinismo, el juez de Tosagua al conceder el amparo a la mentada empresa sostiene que no es juego de azar el que se realiza en estos antros, sino de destreza; el Consejo de la Judicatura canceló a este juez, pero -para caerse de espaldas- la Corte Constitucional “ratificó la validez del amparo concedido a la casa de juegos”.
Cuando era ministro de Gobierno el actual asambleísta Dr. Fernando Bustamante, hombre serio y honesto, intervino tratando de parar la maniobra, pero no pudo. Hay que pedirle su testimonio, cuando se trate de cortar el “blindaje judicial” de que ha gozado.
Y por orden de alguien, sin respetar trámites legales ni aplicar un principio elemental de prudencia para conservar documentos y otras pruebas, se allanaron los locales en donde funcionaban estas tragamonedas y se llevaron cajones de documentos, con lo cual se levantó una atormentadora sospecha en el pueblo ecuatoriano.
¡Qué desgracia la nuestra! Estamos ante una descomposición moral a todo nivel; no hay quien defienda el haber ético de la sociedad, que es su principal sostén. La corrupción nos carcome.
No hay comentarios:
Publicar un comentario