Algo mucho mas evidente y profundo que los ocho muertos y 274 heridos dejó la rebelión policial, de la Fuerza Aérea y sectores civiles en Ecuador el jueves pasado.
Ignacio García - Intelligence, Defense and Security
El presidente Correa yace tendido en una camilla dentro del hospital
Es necesario detenerse antes, en el temprano proceso de los hechos para obtener una óptica más analítica de como se pudo haber llegado tan lejos.
Basalmente el gobierno de Correa, al igual que toda la comunidad de países del Alba, siguió el camino de Chávez, Kirchner-Fernandez, Morales, o el supra camino de los Castro en Cuba. Que no fue otro que imponer a sus gobernados la supresión de las garantías constitucionales, vía decreto, reformas a la Constitución o Leyes de Cuorum Calificado, en donde se han enfrentado violentamente no solo con la oposición política, si no además con sectores productivos específicos, la Iglesia y los medios de prensa.
Ilustrativo es el intento de cerrar el Congreso por parte de Correa si no se aprobaban los proyectos de leyes enviados por el Ejecutivo, en un claro signo antidemocratico y golpista, en este caso, auto golpe de estado. Así como el intento de controlar los medios de comunicación para suprimir todo atisbo de critica y libertad de expresión. Es decir, existían serios y detonantes elementos previos a lo sucedido el jueves. Sucesos que deben interpretarse como una lógica explosión social que canalizo un movimiento de un sector de las FFAA, pero que estaba latente y acumulando presión cual mega sismo en las placas tectónicas de la política ecuatoriana. Al que confluyeron movimientos estudiantiles, sindicales, sociales, de oposición y ciudadanos comunes. Los que en forma espontanea se suman a los hechos que ven desencadenarse vía los medios de comunicación que transmiten en vivo como el sistema político económico que los sofoca, simplemente tambalea. La respuesta social se hace presente revelándose contra el gobierno de Correa, impulsado por la presión social contenida en una anarquica y breve verdadera revolución contra una clase política e ideológica que ha radicalizado el panorama y la correlación de fuerzas y sus actores.
Por su parte, Correa adolece de una clara ausencia de habilidades proactivas de negociación. Queda claro al presentarse Rafael Correa al balcón presidencial ante sus partidarios en una histrionica escena, en donde pretende apagar con kerosene un incendio. "Aquí esta mi pecho, matenme". Dio mas la impresión de un calculado y egocentrico dialogo para pasar a la historia que un llamado a la cordura. Muy por debajo de un centrado, medido, mesurado Presidente de la República que aquieta a las masas, las conduce por caminos seguros y no sobre estimula a sus oponentes que están observando por los medios sus declaraciones, insultandolos, tendiendo sobre ellos, la fuerte acusación de golpistas. ¿O acaso el sino Zelaya le atormenta?. Creo que ambas.
Un factor que coayudo a la crispación de la situación ya fuera de control, fue la irresponsable arenga a la población civil protagonizada por el canciller Ricardo Patiño llamando a concurrir en masa a "rescatar al Presidente Correa secuestrado por los golpistas". Enviar a las masas civiles desarmadas a enfrentarse a una fuerza policial entrenada, atrincherada y fuertemente armada fue un elemento que demuestra la total carencia de cordura y mesura en el entrono del circulo más intimo del presidente Correa o más bien es una prolongación de la propia linea conductual de este.
El personalismo excesivo del Presidente Correa, al igual que sus colegas del Alba, es un factor que tensiona la problemática interna, del mismo modo las apresuradas acusaciones a Lucio Gutierrez de haber confabulado en el no-golpe de estado.
EL GOLPE DE ESTADO QUE NO FUE
En un mero y simple análisis de los desafortunados hechos acontecidos, y especialmente del desempeño de las de las fuerzas militares implicadas, se puede observar que
-Los sublevados carecen de una arquitectura operativa y logística
-La operación es amorfa tácticamente
-No se evidencias trazos de coordinación estructural entre los amotinados que den muestras de un golpe organizado, ya sea interna o externamente.
-Hay ausencia de un Comando y Control que dirige la operación y que plantee la renuncia del Presidente
-No existió una cara visible, oficiales, clase o "junta" de ellos, al mando del movimiento que comunica la toma del poder.
-Los sublevados se atrincheran circunstancialmente en el Hospital de la Policía por efecto de una dinamica fracasada de negociación, en donde Correa se presenta en el lugar desafiando, con una temeraria y minima seguridad y enfrentado personalmente en un un acto descontrolado, o para las camaras de TV, a los exaltados cuadros policiales en abierto desafio.
-Los sublevados no intentan copar centros de control politico y comunicaciones, congreso, senado, casa de gobierno, carreteras o puertos.
-El movimiento de sublevados solo se aboca a exigir la derogación de una Ley, no la supresión de los poderes del Estado o la renuncia del presidente.
-No se suman las demás ramas de las FFAA, salvo parte de la FAE
-No se ocupan militarmente las cadenas de televisión y radial estatales o privadas.
Por lo que se aprecia claramente que el movimiento corresponde a un movimiento gremial en armas que canaliza en forma espontanea a grupos políticos y sociales que deciden sumarse, al presenciar la ocasión-oportunidad motivados por un profundo descontento y polarización política que subyace en la sociedad ecuatoriana. No reviste las características de golpe estado, ya que en la operación de los sublevados existen bolsones de organización táctico operativo que evidencian la conclusión de que solo se trato de una explosión social incubada.
La razón de la protesta fue la aprobación, con 115 votos, de la Ley Orgánica de Servicio Público en la Asamblea de ese país. La ley se aprobó, según la propuso el Gobierno, sin tener en cuenta los argumentos de los opositores. El punto más polémico de esa Ley es el que determina que los servidores públicos mayores de 70, que se acojan a un mecanismo de jubilación, recibirán el pago de sus indemnizaciones en efectivo. Mientras que los de 65 a 69 años recibirán un 50 por ciento en efectivo y el resto en bonos del Estado. Además, la Ley, según la interpretación de los policías y militares sublevados, quita el trato especial a los uniformados.
La razón de la protesta fue la aprobación, con 115 votos, de la Ley Orgánica de Servicio Público en la Asamblea de ese país. La ley se aprobó, según la propuso el Gobierno, sin tener en cuenta los argumentos de los opositores. El punto más polémico de esa Ley es el que determina que los servidores públicos mayores de 70, que se acojan a un mecanismo de jubilación, recibirán el pago de sus indemnizaciones en efectivo. Mientras que los de 65 a 69 años recibirán un 50 por ciento en efectivo y el resto en bonos del Estado. Además, la Ley, según la interpretación de los policías y militares sublevados, quita el trato especial a los uniformados.
Por su parte el presidente Correa, y avalado por una parte por la sicosis de un efecto político que sufren todos los presidentes integrantes del bloque ALBA de connotada tendencia o al menos, pro, chavistas. El efecto "Zelaya".
Y por otra parte, con la reacción inmediata de todos los presidentes latinoamericanos dandole su apoyo, incluida reunión de emergencia de UNASUR en Buenos Aires y seción extraordianria de la OEA, Correa así capitaliza victimizandose en el plano de ser sujeto de una intentona de golpe de estado, nunca asumiendo que la explosion gremial-social de la que fue objeto, es tambien su propia responsabilidad. Poniendo los hechos acontecidos, en un ficticio contexto acomodaticio, de ser blanco de oscuras maquinaciones de EEUU y/o de actores politicos internos. Rafael Correa logra posicionar los hechos en el contexto de los organismos internacionales y en su discurso político ante el país como lo que no fue. Un golpe de estadoque pretendía no solo quitarlo del poder, si no además asesinarlo.
Sobre esa logica será su futura relacion y reaccion con los sectores de la oposición ecuatoriana.
Las bases estan sentadas, los elementos dispuestos, los actores en sus posiciones. La viabilidad de los mecanismos en derecho y la constitucionalidad seriamente cuestionados.
Tal como dijera Nestor Kirchner a Hugo Chávez una vez perdido el referéndum, "esto debe hacerlo meditar".
Rafael Correa esta sentado sobre un volcán social que al ser presionado en la radicalización de su propuesta politica, estallara, tal como sucedio ahora, o lo hara en forma planificada enviando al tacho los mecanismos que otorga la democracia participativa.
El núcleo chavista tiene riesgos compartidos al tratar de imponer politicas sociales y económicas dañinas dentro de su proceso de alterar los equilibrios democráticos en sus respectivos gobiernos. Así quedo plenamente demostrado en el caso ecuatoriano que se extrapola al núcleo ideologico de los países integrantes del bloque.
A alguien le están quedando muy pocos granos en un inexorable reloj de arena. El péndulo de la historia continua su movimiento.
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