El subsecretario de EE UU para América Latina, Arturo Valenzuela, dijo ayer en la OEA que esta "es una elección consonante con el mandato constitucional de renovar los mandatos presidencial y del Congreso".
El presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva junto a su canciller, Celso Amorim.
Estados Unidos rechazó cualquier medida injerencista para que Honduras postergue las elecciones generales del 29 de noviembre, como lo solicitó el gobierno brasileño con la intención de restituir al ex presidente Manuel Zelaya.
Según la prensa brasileña, la subsecretaria de Asuntos Políticos de la cancillería brasileña, Vera Machado, solicitó a su contraparte estadounidense, William Burns, apoyo para presionar al actual gobierno para postergar por dos semanas las elecciones presidenciales de Honduras, con el fin de reinstalar en la presidencia al mandatario destituido.
"La idea brasileña del canciller Celso Amorim era postergar las elecciones para los que partidarios de Zelaya y del presidente del gobierno constitucional, Roberto Michelleti, llegaran a un acuerdo para restituir a Zelaya en el poder. Estados Unidos no hizo nada al respecto porque no consideró viable la opción", señaló el diario O Estado de Sao Paulo.
El subsecretario de EE UU para América Latina, Arturo Valenzuela, dijo ayer ante la Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos, que el actual proceso "es una elección consonante con el mandato constitucional de renovar los mandatos presidencial y del Congreso" y no un invento de un gobierno" en busca de una salida o como una forma de lavar un golpe de Estado".
La semana pasada, el senador Richard Lugar, líder de los republicanos en el Comité de Asuntos Exteriores, exhortó a los países de la región y en especial a Brasil a reconocer las elecciones en Honduras, independientemente de la vuelta de Zelaya al poder.
"Si las elecciones del día 29 satisfacen los parámetros internacionales del balance y de la transparencia, apoyamos fuertemente el reconocimiento de estas elecciones. Los países de la región, Brasil particularmente, deben considerar el reconocimiento de las elecciones como la única salida a la crisis hondureña", declaró Lugar.
Según una fuente diplomática citada por el rotativo, Brasil habría visto con desagrado la decisión de los gobiernos de Perú y Colombia de reconocer las elecciones del domingo en Honduras.
De pronunciarse México a favor de los comicios, se sumaría a naciones como Estados Unidos, Colombia, Perú, Canadá y Panamá a favor de la democracia hondureña, lo que provocaría una división en la región, manifestó la fuente al O Estado de Sao Paulo.
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