La burocracia cubana y los 500 mil empleados que serán despedidos no son las únicas víctimas de los recortes económicos que ha prometido el gobierno cubano: también la educación y la salud gratuitas, emblemas de la revolución, tendrán que reestructurarse.
El diario oficial Granma publicó ayer dos artículos de opinión sobre los abultados costos del sistema de asistencia social y planteó racionalizar los gastos asegurando que hay derroches, desvíos y robos, los que "atentan contra los resultados esperados de las políticas implementadas"
"La elemental frase de que no se puede gastar más de lo que se ingresa funciona como una máxima de subsistencia, eficiencia y desarrollo en lo individual y en el ámbito social", indicó el diario. "Nuestra sociedad está urgida de ajustar los gastos sociales a las posibilidades reales de la economía, sin paternalismo ni romanticismo", añadió.
El hacinamiento por la nula existencia de programas de vivienda, provoca que ciudadanos cubanos bajo la economía socialista y centralizada de los hermanos Castro, deban compartir no solo una habitación si no hasta el mismo lecho.
En su contraportada, el diario acotó: "Recientes estudios confirman la posibilidad de eliminar "gastos irracionales" en esta esfera (de salud), y alcanzar la sustentabilidad económica en el ámbito preventivo, curativo y de rehabilitación".
Se trata de un "proceso de reorganización, compactación y regionalización de los servicios de salud que se viene desarrollando en todo el país", añadió.
Granma citó comentarios del director de Salud de la provincia de La Habana, quien indicó que en el territorio bajo su responsabilidad hay centros de maternidad con capacidad de tres camas con una plantilla de 20 trabajadores desde enfermeros hasta cocineros. O bases de ambulancias con un solo vehículo y 30 empleados.
Ambas notas son el tipo de artículo que aparece en la prensa -controlada por el gobierno- antes de inminentes anuncios de reforma.
En 2009, el editor de Granma escribió abogando por recortes en el sistema de raciones de alimentos. Desde entonces el gobierno sacó las papas, las arvejas y otros alimentos de la "libreta de raciones" de la que desde 1962 los cubanos han dependido.
Las notas de ayer no decían cuándo, cómo o si efectivamente se realizarían los recortes. Pero el tono que usó el diario es consistente con el del general Raúl Castro, quien ha insistido en que no se puede mantener el actual nivel de gastos.
46,7% del presupuesto en Cuba se usa en salud y educación, según los datos de Granma.
4,9% del PIB estima el gobierno que será el déficit fiscal de este año, una baja respecto del 5,6% del año pasado.
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