Lo grave es que, según un ex comandante del Eln, esa guerrilla y las Farc se apalancan en ellos para sus proyectos en varias zonas del país.
La gente es 'conquistada' con operaciones gratuitas, becas y hasta cédulas venezolanas.
No es David Corredor, el hombre que recorre a Colombia pregonando las ideas del Movimiento Socialista Bolivariano (MSB) en busca de firmas para una candidatura a la Presidencia, quien preocupa al Gobierno en medio del llamado expansionismo chavista. Al fin y al cabo, promueve sus ideas de frente, a la luz del día.
Lo que realmente inquieta entre organismos de seguridad del Estado, es la red de apoyo que el proyecto bolivariano ha ido tejiendo con hilos invisibles en varias regiones colombianas, mediante siete de las misiones sociales del Gobierno venezolano: Barrio Adentro, Milagro, Guaicapuro, Madres de Barrio, Mercal, Sucre e Identidad.
A veces, según inteligencia, a través de miembros de partidos como el Polo Democrático y Poder Ciudadano (este último liderado por la senadora Piedad Córdoba). Cosa que ambos movimientos niegan que se produzca como línea de actuación partidista.
Y las misiones no perturban por los beneficios gratuitos que dan a enfermos, jóvenes o mujeres, sino porque, a través de ellas, estarían colando hoy sus proyectos políticos las Farc y Eln, particularmente en la zona fronteriza con Venezuela.
Información conocida por las autoridades colombianas a través de un ex comandante del Eln que tenía a su cargo el trabajo político en los límites con los estados Táchira y Zulia, a la que le han dado toda la credibilidad, indica que "perdida la posibilidad de tomarse el poder por la vía militar, el plan de las Farc y del Eln (que se han reunido en la frontera) es 'la guerra política'", apalancada en el proyecto chavista.
Su vía-contacto principal estaría siendo el Frente Francisco Miranda, movimiento que canaliza el trabajo social del chavismo en Venezuela y que, según el ex jefe eleno, ha tenido en sus talleres a guerrilleros de las Farc y del Eln, a la vez que ha enviado a algunos de sus miembros a entrenarse a campamentos guerrilleros.
¿Pasa todo esto a espaldas del presidente Hugo Chávez, que financia con recursos del petróleo las misiones sociales que mueve el Miranda?
Esta inquietud estaba tras el punto de la carta de Colombia al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en el que manifestó su preocupación porque el Gobierno venezolano no ha dado información sobre la masacre de nueve colombianos en la frontera.
¿Qué más buscan?
¿La meta final es poner al límite al Gobierno colombiano en esa zona para que responda, y esto, a la vez, justifique la inquietud de Chávez por el acceso de EEUU a bases colombianas y, quizás, acciones militares del Venezuela?
La pregunta ronda en el Gobierno, y por eso la prudencia que el presidente Álvaro Uribe y sus funcionarios han guardado a pesar de las provocaciones de palabra y de hecho de Chávez ( llamó mafioso al Presidente, desgraciado al Canciller y ordenó volar puentes en la frontera).
En medio de todo esto, las misiones bolivarianas han seguido tejiendo su red, y si bien algunas como 'Milagro', mediante la cual operan gratuitamente a personas con problemas visuales -comenzó en Cúcuta en el 2006 con la intervención a 52 pacientes, parecen estancadas desde que se revivieron las tensiones, un equipo periodístico de distintos medios constató en terreno que otras, como la Misión Identidad, para la entrega de cédulas venezolanas, se siguen moviendo a través de pregoneros de la revolución chavista.
Un joven de Barrancabermeja, beneficiado por la Misión Sucre, que entrega becas para estudios universitarios, hoy se declara parte del Francisco Miranda. ¿Hasta dónde querrán llevar a muchachos como él?
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